WASHINGTON, D.C.- El 27 de febrero, con motivo de la celebración del 171 Aniversario de la Independencia Nacional, la Embajada de la República Dominicana ante el Gobierno de Estados Unidos, y la Misión Permanente ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), realizaron una Recepción en el Patio Azteca de la OEA.
Los anfitriones del evento fueron el Embajador Dominicano ante la Casa Blanca, José Tomás Pérez, y el Representante Permanente de la República Dominicana ante la OEA, Embajador Pedro Vergés. La actividad contó con la asistencia del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza; el Secretario General Adjunto de la OEA, Albert Ramdin; el Jefe de Protocolo del Departamento de Estado, Embajador Peter A. Selfridge; Francisco Palmieri, Subsecretario Adjunto, Encargado de Centroamérica y el Caribe, y otros altos funcionarios del Departamento de Estado; funcionarios de otras instituciones del Gobierno Federal de Estados Unidos, del Senado y la Cámara de Representantes; Embajadores acreditados ante la Casa Blanca y la OEA; y miembros del cuerpo militar dominicano y la comunidad dominicana en Estados Unidos, entre otros.
En la actividad, hicieron uso de la palabra los Embajadores José Tomás Pérez y Pedro Vergés.
En su intervención, el Embajador José Tomás Pérez resaltó los valores de la República Dominicana y su vocación de fraternidad con los pueblos hermanos de América, destacando que los dominicanos siempre salimos adelante y nos engrandecemos ante los retos, y venciendo cualquier obstáculo. Asimismo, resaltó la proyección de crecimiento de la República Dominicana en el 2015, en el ámbito del turismo, la educación y la integración regional, puntos fuertes de la gestión del Presidente Danilo Medina.
Por su parte, el Embajador Pedro Vergés dijo: “la necesidad de reevaluar nuestra convivencia con los otros en el territorio sin más allá ni más acá que compartimos con ellos; nuestra tradicional capacidad de comprensión y diálogo, nuestra solidaridad a toda prueba, así como, a la vez, la firmeza de nuestros criterios y la decisión explícita e implícita de no ceder un ápice en la preservación de nuestra herencia histórica en el marco de unas instituciones que sí defendemos y de unos derechos humanos que sí respetamos, todo ello en los albores de este siglo XXI tan lleno de fantasmas y amenazas, convierten el 2015 en un año de mucha significación para nosotros y para nuestro pueblo”.
Asimismo, catalogó este aniversario 171 de especial, ya que representa un renacimiento en el pueblo dominicano de la invariable voluntad de ser que lo ha caracterizado desde mucho antes de su nacimiento como nación.
