Francisco Sánchez del Rosario

0
149
Francisco Sánchez del Rosario
Francisco Sánchez del Rosario

Por J. Nicolás Almánzar

Junto a Duarte y Mella completa la trilogía de los “Padres de la Patria”, en honor a su entrega por la Independencia Nacional y la creación de la República Dominicana.Nació en Santo Domingo el 9 de marzo de 1817 y murió ejecutado por orden del General Pedro Santana, el 4 de julio de 1861, junto a sus demás compañeros que integraron la invasión Regeneradora en contra de la anexión a España.

Quiero explicar para el conocimiento del país pero, especialmente de los estudiantes de los diferentes niveles educativos, que originalmente el nombre de este patriota fue el de Francisco del Rosario Sánchez y ahora su verdadero nombre es el de Francisco Sánchez del Rosario, lo cual se debe a que cuando nació sus padres Narciso Sánchez y Olaya del Rosario no eran casados pero al contraer matrimonio en 1819 fue legitimado asumiendo legalmente, desde ese entonces, el apellido Sánchez por lo que a pesar de la fuerza de la tradición lo correcto es que se le llame ahora Francisco Sánchez del Rosario.

No fue de los miembros fundadores de la Sociedad patriótica La Trinitaria pero se incorporó a ella desde su creación, con tanto entusiasmo y decisión que llegó a presidirla cuando Duarte debió ausentarse del país en 1843.

Con lealtad y valentía supo ganarse la confianza de todos sus compañeros. Se indica que en 1838 recibió, junto a Duarte, Juan Isidro Pérez y Pedro Alejandrino Pina, las enseñanzas del presbítero limeño, Gaspar Hernández, quien llegó al país en los días en que el movimiento independentista adquiría su mayor auge, además, Sánchez estuvo presente en todas las actividades que siguieron a la creación de La Trinitaria.

Firmó la célebre Manifestación del 26 de enero de 1844, donde se expresa la decisión del pueblo dominicano de independizarse de Haití.

Con esa consigna, que era la de los trinitarios, se producen los acontecimientos de la memorable noche del 27 de febrero de 1844. Primero el trabucazo de Mella en la Puerta de la Misericordia, y luego la proclamación de la República en la Puerta del Conde, donde Tomás Bobadilla pronuncia la consigna duartiana: Dios, Patria y Libertad, mientras que Sánchez a las 5 de la mañana arenga a los próceres a luchar por la libertad.

Formó parte de la Junta Central Gubernativa Provisional, encargado de la organización administrativa del nuevo Estado, Sánchez fue designado Gerente de Operaciones militares, interino.

El 9 de julio de 1844 Duarte y sus seguidores desconocen la Junta Central Gubernativa, visiblemente comprometida con las intenciones del protectorado a Francia. Sánchez fue nombrado Presidente. Esa patriota decisión no produjo, lamentablemente, los resultados deseados y fue el comienzo de la desarticulación del sector liberal encabezado por Duarte, y el predominio del grupo conservador.

Fue así como el 22 de agosto de 1844 Santana expidió el decreto que desterró a perpetuidad a Duarte y todos sus seguidores, entre ellos a Sánchez, quien el 25 del citado mes fue enviado a Inglaterra. No regresó al país hasta que se produjo la amnistía del Presidente Jimenes (26/9/1848).

A su regreso de Inglaterra fue nombrado por el Presidente Jimenes, Comandante en Armas (1848); en 1849 el General Pedro Santana lo designó Fiscal ante el Tribunal de Apelación de Santo Domingo; Defensor Público desde 1851, con bufete de abogado frente a la Plaza de Armas (Parque Colón). Como militar se destacó en el combate de Mejora, en las inmediaciones de Monte Plata. Dice la gaceta oficial en alusión a este hecho: Los valientes generales José Ma. Cabral y Francisco R. Sánchez que combatieron las tropas, hicieron prodigios de valor (20-6-1857). Ejerció la Gobernación de la capital y provisionalmente Comandante de Armas de Santo Domingo (11-10-1857).
Fue suspendido por la Cámara del Consejo como Defensor Público (28-4-1859). Preámbulo de su posterior destierro a Saint Thomas.

En Saint Thomas se enteró de la confirmación de la anexión a España. Entonces pronuncia esta significativa frase: “Mi país está vendido, esto me basta” e inicia, con la ayuda del sector baecista, también exiliado, el movimiento conocido como la Revolución de la Regeneración Nacional, con el apoyo militar del héroe de Santomé, José María Cabral. Escribe, además, la vibrante manifestación contra el consumado proyecto de anexión, en el que estampa esta frase: “Yo soy la bandera nacional” (20-1-1861).

El 15 de julio de 1976, en ocasión de la conmemoración del Centenario de la muerte de Duarte, sus restos fueron sacados, junto a los de Duarte y de Mella, del arco de la Puerta del Conde y trasladados al Mausoleo, construido al efecto, en el mismo ámbito del Altar de la Patria, en un solemne acto cívico presidido por el entonces Presidente de la República, Dr. Joaquín Balaguer. En ese lugar se veneran sus restos como los símbolos más altos del patriotismo nacional.
Termino con la primera estrofa del himno a su memoria:
Sánchez glorioso, varón ilustre
que no supiste jamás hollar
los sacros fueros del patriotismo
que levantaron el patrio lar.