DENVER, Colorado, EE.UU. – En Asia pululan por las calles atestadas de Bangkok, Nueva Delhi y Beijing. También circulan por las calles de Guatemala, Honduras y varias naciones latinoamericanas más. Ahora, una compañía que fabrica los tuk-tuk -los triciclos motorizados que han movilizado a las masas durante más de medio siglo- se propone lanzarlos en Estados Unidos.
La Fábrica Tuk Tuk, con sede en Ámsterdam, firmó un acuerdo con eTuk USA, con sede en Denver, para permitir que la firma fabrique y venda una versión eléctrica del vehículo. Los fundadores de la compañía esperan que los modelos ambientalistas, lejos de las versiones ruidosas y contaminantes comunes en Asia y Sudamérica, se conviertan en el modo de transporte de moda para los residentes urbanos y los turistas.
Es prematuro determinar si los estadounidenses aceptarán los tuk tuk, pero Michael Fox, director de ventas y comercialización de eTuk USA, dijo que la empresa ha vendido vehículos en todo el país a individuos, compañías de mercadeo y vendedores de alimentos a precios que oscilan entre 16.900 y 25.000 dólares.
Por su parte eTuk Denver lanzó un servicio de transporte a pedido en el centro de Denver después de recibir la aprobación de la Comisión de Servicios Públicos de Colorado.
Fox cree que el diseño abierto del tuk tuk será atractivo para la gente.
Sin embargo, al igual que los servicios de transporte compartido, el tuk tuk ha enfrentado la oposición de empresas de taxis y otros transportistas, como también ha suscitado preocupaciones por la seguridad del vehículo.
Terry Bote, un vocero de la comisión, dijo que varias compañías de taxis y transporte lograron restringir el área de operación de los tuk tuk, su número y el número de pasajeros permitido.
Los tuk tuk operan principalmente en un área restringida del centro y no pueden ofrecer servicio regular al estadio de los Broncos del fútbol americano, un destino lucrativo para la competencia.
Sin embargo, aun con las restricciones, Fox dijo que su servicio puede complementar los sistemas de autobuses y ferrocarriles en Denver.
Fox esgrimió el «concepto de la última milla», un término que han utilizado los planificadores urbanos para describir la dificultad de trasladar el público de sitios como una estación ferroviaria o terminal de autobuses hasta su destino.
El concepto se aplicó originalmente a zonas suburbanas, pero también corresponde a los traslados en zonas céntricas, dijo Carolyn McAndrews, profesora adjunta de diseño y planificación en la Universidad de Colorado-Denver. «Todos tienen el problema de la última milla y lo solucionan caminando o manejando sus automóviles», afirmó.
Sin embargo, añadió que el mercado está listo para nuevos modelos de transporte como los tuk tuk para solucionar esa necesidad.