Por Luciano Homero Vásquez Riveros
Podemos definirla como el conjunto de creencias y circunstancias que determinan que un hombre o una mujer a lo largo de su vida logro ser buen ciudadano (a), justo, honesto, familiar, capaz, útil a su sociedad.
Estas reglas, normas, costumbres, disciplinas, son las que rigen nuestras conductas como seres humanos en relación con la sociedad como con consigo mismo.
La existencia de la moral se fundamenta en nuestra conciencia mediante los actos voluntarios, se relaciona con nuestra decisión de elegir un comportamiento determinando la acción del acto ya sea positivo o negativo, en libertad social.
Los conceptos y creencias son generalizados en la sociedad como reguladores del buen comportamiento, abarcando las acciones de los ciudadanos (as), en todas sus manifestaciones.
Es decir, LA MORAL orienta al ciudadano (a), acerca del bien o del mal, de lo correcto a lo incorrecto y es por esto que cuando estamos ausentes, carentes, de la formación moral, la sociedad se encarga de juzgar los comportamientos de los ciudadanos (as), catalogándonos en un alto índice de inmoralidad.
Por lo tanto; las sociedades dependen del uso generalizado de LOS VALORES MORALES PARA SU EXISTENCIA, pues la historia nos ha demostrado lo que pasa a lo largo y hacho de aquellas sociedades que se han distorsionado en su totalidad en los comportamientos inmorales…
Entonces podemos entender que la moral se basa en las virtudes que nuestras conciencia nos dicta, adquiridas por las costumbres, inculcadas, aprendidas en la educación familiar, siendo estas normas y principios reforzadas por los centros de estudios seguida por la sociedad en general.
Nuestra sociedad Quisqueyana depende, necesita del uso generalizado de LOS VALORES MORALES, LOS PRINCIPIOS ÉTICOS, en cada ciudadano (a) para que exista una sana y armoniosa convivencias en alegrías entre todos y para todos, las cuales nos permiten ausentarnos cada vez mas de los males sociales que crean la inmoralidad ciudadana.
De la cual hoy en día estamos viviendo a causa de las delincuencias, las violencias, las corrupciones, el irrespetos hacia nosotros mismos, con los demás, así como a las leyes reguladoras del orden social, las sustancias adictivas, la desuniones familiares, la perdidas de las sensibilidades humanas, y todos esos males que nos aquejan, y por ende desorientan y convierten a nuestros jóvenes en sus principales víctimas.
Los cuales están participado diariamente, activamente, en todos estos conflictos sociales que han hecho de nuestras familias, llorar lagrimas de sangres, a posicionarnos en una inseguridad ciudadana extrema.
Es por lo que hacemos un llamado a todos y a todas:
Familias, maestros, profesores, formadores, gobernantes, dirigentes, representantes sociales, autoridades en general, debemos entender que es nuestro deber como derecho, asumir las responsabilidades sociales, en fortalecer LOS VALORES MORALES, LOS
PRINCIPIOS ÉTICOS, predicando, actuando con el ejemplo ante la sociedad, ante nuestros jóvenes, ante nuestras familias, y muy fundamentalmente ante nuestras generaciones que debemos formar ya que absorben todas nuestras actitudes, acciones, comportamientos familiares, laborales, sociales.
Reflejando NUESTROS JÓVENES QUISQUEYANOS lo que hoy en día les estamos inculcando, una mala calidad educativa, de formación para ser hombres y mujeres, útiles, potables para cuando ocupen nuestros lugares…
Entonces preguntémonos nosotros mismos, si seguimos fomentando falsos valores, demostrados en los comportamientos inmorales, fortaleciéndolos en esta sociedad distorsionada…
Que serán de nuestros hijos, niños, jóvenes, si hoy todos sufrimos las descomposiciones MORALES, ÉTICAS, CÍVICAS, que será de su futuro cuando ya no tengamos la capacidad de defenderlos o hacer algo por ellos…
Reflexionemos!!!
Todos, todas es de cada uno de nosotros que dependen el presente, el futuro de las generaciones, las cuales necesitan de orientaciones, asesoramientos en los valores morales, divinos, éticos, familiares, sociales.
En su formación para ser dignos y capaces, útiles, potables, a nuestra amada patria REPÚBLICA DOMINICANA.
Que el Dios todo Poderoso interponga su mano bendita en todas nuestras conciencias ciudadanas, amén,
