RÍO DE JANEIRO.- Documentos oficiales desclasificados por el Palacio de Itamaraty apuntan que, durante su gobierno, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva participó activamente a favor de la constructora Odebrecht para garantizarle negocios en el exterior, informaron medios brasileños y argentinos.
La revista brasileña Época reveló cables diplomáticos que ilustran de manera explícita la actuación de Lula a favor de la compañía constructora, la cual es investigada en Brasil por el escándalo de corrupción de Petrobras.
Los documentos desclasificados por el Ministerio de Relaciones Exteriores hacen referencia a negocios de Odebrecht en Ecuador, Perú y Argelia, indican las publicaciones.
La empresa Odebrecht también tiene vínculos en El Salvador, ya que fue seleccionada por la CEL (Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa) en el gobierno de Mauricio Funes, quien mantuvo una relación muy estrecha con Lula, para construir la presa El Chaparral. Sin embargo, este caso no se menciona en las publicaciones.
El diario Folha de Sao Paulo publicó que el entonces presidente Lula y su homólogo argentino, el ahora fallecido Néstor Kirchner, realizaron una «intervención decisiva» para ayudar a Odebrecht a asociarse con una empresa argentina para la construcción de una hidroeléctrica en Ecuador.
El periódico argentino La Nación indica que en el caso de Ecuador, Odebrecht competía en 2005 con la también brasileña Camargo Correa en una licitación para la construcción de la hidroeléctrica Toachi-Pilatón y, según los documentos revelados, se menciona que fue gracias a la mediación de Lula y de Kirchner que la empresa en mención se asoció con la argentina Impsa y ganó el contrato.
«Estoy seguro de que la flexibilización en la postura de Impsa y la aceptación, por parte de la empresa argentina, de la propuesta de texto elaborada por Odebrecht no habrían sido posibles sin la intervención decidida de su excelencia y de los presidentes Lula y Kirchner», escribió el 14 de diciembre de 2005 el embajador brasileño en Quito, Sergio Augusto Sobrinho, al entonces canciller Celso Amorim, consignan los medios.
También apuntan que en uno de los cables enviados al Palacio de Itamaraty, el encargado de Negocios de la embajada brasileña en Ecuador, José Fiuza Neto, advertía sobre los riesgos de mostrar una inclinación por la oferta de Odebrecht.
«No es común que entidades gubernamentales intervengan en manifestaciones de esta naturaleza. En caso de que su excelencia no se oponga, pretendo abstenerme de cofirmar la carta de autoría de Odebrecht», señaló el diplomático en uno de los telegramas revelados.
La Nación indica que si bien Odebrecht se asoció con Impsa para el proyecto y en 2007 ganaron la licitación, desavenencias con el gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, llevaron a que el contrato fuera rescindido en 2009.
Los medios brasileños apuntan que la oficina de prensa de Lula dijo que no comentaría el contenido de los cables desclasificados; mientras que el diario argentino afirma que la empresa Odebrecht les respondió que «apoya la revelación de esos documentos y que no tiene nada que ocultar».
«La empresa está convencida de que el tenor de esa correspondencia no revelará ningún tipo de acción que escape a la normalidad de la práctica diplomática, que incluye el apoyo a la acción comercial del país y de sus empresas», señaló la compañía en un comunicado, de acuerdo a La Nación.
Los medios añaden que desde que Lula dejó la presidencia, en 2011, sigue manteniendo vínculos con Odebrecht y, de hecho, viajó con sus ejecutivos a varios países.
La revista Época también reveló el mes pasado que Lula da Silva estaba en la mira de la Fiscalía brasileña porque el supuesto favorecimiento a Odebrecht a nivel internacional. En ese momento se mencionó obras en Cuba y República Dominicana.
