Por Rolando Fernández
La verdad es que, ambas temáticas las han convertido los políticos mandantes a nivel nacional, en dos inmensas bolas de humo, para solapar, y dejar de lado los grandes problemas nacionales.
Se olvidaron las temáticas sobre asunto cruciales como son: el deficiente servicio eléctrico, y las onerosas facturaciones; los apagones que desesperan a la población; la falta de asistencia médica, de equipos y material gastable en los hospitales públicos; la escasez de agua, con este “calorazo” de temporada; la delincuencia y la criminalidad azotantes contra la sociedad; el caótico tránsito vehicular, etc.
Nada más se habla de la aprobación de nuevos préstamos por parte de la flamante Cámara de Diputados de la República, entre ellos el que será utilizado en la construcción de dos plantas a carbón de la Central Termoeléctrica de Punta Catalina, por la friolera de US$656.8 millones, según reseñara la prensa local. ¿Quién diablo pagará todos esos cuartos?
Pero además, de las obras públicas de relumbrón que se llevan a cabo en la actualidad; y, de una gran cantidad de escuelas a nivel nacional, para las cuales no se sabe si aparecerán después el personal docente necesario, y los equipos tecnológicos de rigor.
¿Cuál será el nuevo tema a poner sobre el tapete, para desviar la atención de la sociedad del país sobre las grandes y acuciantes calamidades que le afectan?
No son pocos los que piensan aquí, ¡en que será!: una nueva reforma fiscal dentro de poco tiempo, muy bien motivada, para recuperar todo el derroche de recursos utilizados en la “jodía” reelección presidencial, y sus acciones colaterales, como los acuerdos variados con la oposición en busca de apoyo.
Pero además, están los gastos incurridos en asuntos de carácter inmigratorio de los últimos tiempos, incluida la puesta en práctica, y actividades conexas, del “Plan Nacional de Regulación de Extranjeros”. ¡Eso complica más el asunto!
Ahorita las discusiones versarán sobre un aumento al ITBIS, a las placas de los vehículos de motor, como la tarifa eléctrica; y, ni hablar del colchón financiero semanal que se tiene aquí con los carburantes todos, independientemente de la súbita caída de los precios del barril de petróleo en el mercando internacional.
Ojalá que el gravamen al aire que se respira, de lo poco que hace falta incluir en el paquete impositivo local, no sea muy elevado. Probablemente, hasta las prostitutas, o prostitutos, tendrán que tributar por los ingresos que se deriven de los servicios que ofrezcan. ¡Buscarán todas las fuentes posibles para recabar nuevos recursos estatales!
Los cuartos de las francachelas reeleccionistas hay que buscarlos donde sea. Y, el festival de préstamos con el exterior seguirá “viento en popa”, por supuesto. Esperemos para saber, hasta que se comience a elaborar el presupuesto público que habrá de regir para el año 2016.
Tampoco olvidemos que, estamos en un año pre-electoral; y que, si para la reelección hubo que gastar, y repartir dinero hasta más no poder, según el rumor público, haciéndose hasta imputaciones directas de sobornos, en cuanto a compradera de gente, como de votos, para poder lograr tal propósito, de acuerdo con los reportes relativos aparecidos en la prensa local, ahora es que urge “rascarse las costillas”, y abrir los bolsillos, para captar adeptos y simpatizantes en el seno de esta sociedad. ¡En lo adelante es que habrá que aflojar cuartos!
Por lo que se está comenzando a ver, ¡no nos salva nadie! Parece que los recursos financieros estatales ya comenzaron a achicarse: “El Gobierno se ‘aprieta’ el cinturón; restringe viajes y uso de vehículos”. (Periódico “Diario Libre”, del 8-7-15). ¡Es una muestra bastante reveladora!
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