Por Jhonny Trinidad
BOSTON.- El alcalde de esta ciudad, Martin J. Walsh, negó haber solicitado o apoyado un boicot al turismo de la República Dominicana en protesta por las supuestas deportaciones de haitianos que residen ilegalmente en ese país.
Asimismo, reiteró su admiración y respeto por la comunidad dominicana de Boston y reconoció su «significativa» contribución al desarrollo de esta ciudad y del estado de Massachusetts.
Dijo que asistirá a la ceremonia de izamiento de la bandera dominicana y al Desfile y Festival Dominicano de Boston, donde aclarará que «no estoy a favor de un boicot de ningún tipo contra la República Dominicana».
«Mi propósito es crear las condiciones para que las comunidades haitiana y dominicana de Boston puedan convivir y trabajar unidas y sin distracciones que fomenten el divisionismo», expresó Walsh.
En ese sentido, se comprometió a promover el diálogo entre los líderes de ambas comunidades y servir de canal para «limar las asperezas».
«Por favor, ayúdenme a correr la voz, tenemos que estar juntos en esto», agregó el ejecutivo municipal durante una rueda de prensa organizada un día después de que varias entidades lideradas por dominicanos expresaran públicamente su disgusto por lo que calificaron como «un irrespeto» del alcalde y de la senadora Linda Dorcena Forry, quienes, según el periódico The Boston Globe, pidieron a los estadounidenses que no viajen a República Dominicana hasta que ese país no detenga las supuestas deportaciones de haitianos indocumentados.
El supuesto llamado del edil y la legisladora de origen haitiano al parecer despertó el sentimiento patriótico de los dominicanos, ya que, casi de inmediato, realizaron una manifestación frente al consulado de su país en apoyo al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros que implementa su gobierno y para protestar por la forma «injusta» en que la prensa internacional ha difundido el asunto.
Walsh manifestó en la reunión con los periodistas que «yo no apoyo un boicot contra República Dominicana, aunque si estoy en solidaridad con la comunidad haitiana en una convocatoria de trato humanitario para sus inmigrantes».
Dijo que organizó la rueda de prensa porque se sentía en el deber de aclarar su posición ante la «exacerbación» de las emociones entre haitianos y dominicanos, como demostró la «tensa escena» del jueves frente al Consulado General de la República Dominicana en Boston, donde coincidieron dos manifestaciones en defensa y en contra de la política migratoria del país caribeño, que según sus detractores, podría afectar a miles de haitianos indocumentados.
Walsh recordó que el jueves unos 150 haitianos marcharon desde la alcaldía de Boston hacia el consulado dominicano para protestar por las supuestas deportaciones de sus connacionales en República Dominicana, pero fueron recibidos por alrededor de 300 dominicanos que defendían el derecho de su país a regular la inmigración en su territorio.
La confrontación entre haitianos y dominicanos no se tradujo en violencia por la presencia de más de una docena de agentes policiales que resguardaban el área.
En la rueda de prensa también participaron Alejandra St. Guillen, directora de la Oficina de Nuevos Bostoniamos de la Alcaldía de Boston; Tony Barros, asesor del Alcalde, y Félix G. Arroyo, jefe de Salud y Servicios Humanos de la Ciudad.
Asistieron, además, algunos de los dominicanos que organizaron la «Manifestación por la Defensa de la Soberanía Dominicana», que confontó a los haitianos el jueves frente al consulado de la República Dominicana, entre ellos Ezequiel Díaz, David Suazo y Edward Martínez.