Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Numerosos dirigentes políticos, activistas comunitarios y organizaciones dominicanas con base en Canadá, rechazaron la campaña internacional que se lleva cabo contra la República Dominicana y emplazaron a los alcaldes de Nueva York, Boston y Montreal, para que se informen más adecuadamente sobre el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, y no se sumen equivocadamente a las mentiras e infamias, que se propagan contra el país caribeño.
En un documento público, firmado entre otros por Héctor Luis Molina, dirigente del PLD, Rubén Jiménez de la entidad Unidos por Nuestro País, Rhadamés Tejada, coordinador del PRD, el Centro Cultural Dominicano de Montreal y otros activistas y organizaciones, dicen que rechazan la campaña “por carecer de veracidad, asidero y estar basada en la mentira”.
Añaden que “la campaña de hostilidad, acusaciones, chantaje e infamias que llevan a cabo, el fallido estado haitiano y su diplomacia, a las que se han sumado los alcaldes de Montreal, Nueva York y Bocchit Edmond el embajador de Haití ante la OEA, el Secretario general de la OEA Luis Almagro, así como la senadora estatal de Massachusetts y de origen haitiano Linda Dorcena Forry en contra del turismo, la política migratoria de Republica Dominicana y el programa de regularización que se ha implementado tendente a legalizar una cantidad considerable de ilegales extranjeros que viven en República Dominicana”.
Sostienen que las declaraciones de esos funcionarios son “desacertadas, como un acto de irrespeto y difamación, un agravio e injerencia gratuita hacia la política y decisiones soberanas de nuestra nación dominicana, de poder decidir y aplicar lo que más le convenga al interés nacional”.
Afirman que “no les estamos quitando, ni desnacionalizando a nadie, muy por el contrario, les estamos dando, facilitando y siendo solidarios con el hermano pueblo haitiano. El estado dominicano ha invertido 1,200 millones de pesos, realizando un programa de regularización y legalización, que buscaba resolver el estatus de residentes ilegales en nuestro país desde 1929”.
Señalan que “República Dominicana es un país pobre que no está en condición de asumir ni cargar con los problemas de nuestros vecinos y pese a esto, estamos invirtiendo y gastando en los haitianos ilegales, un 13.80 % del presupuesto de salud pública, un 14% del presupuesto de la educación y un 18% en ayuda social, que salen de los contribuyentes dominicanos y del presupuesto nacional de la nación”.
Reclaman a los críticos del plan que “si quieren un mejor plan de regularización para los haitianos, simplemente que pasen de los ofrecimientos incumplidos a los hechos, por lo que exhortamos a los alcaldes Bill de Blasio de Nueva York, Denis Codere de Montreal, Martin J Walsh de Boston y a la senadora Forry, a que realicen en sus países un plan de apadrinamiento, de regularización, igual al nuestro, donde cada uno asuma y se lleven hacia sus países con mayores extensiones territoriales, tanto EE.UU. como Canadá un millón de haitianos”.
Sostienen que los ataques “ponen en cuestionamiento nuestro estado de derecho, que nos legitima e identifican como estado soberano, con la prerrogativa de poder definir en nuestra Carta Magna quienes son dominicanos o no, y poder decidir nuestra política migratoria en las mismas condiciones y con el mismo derecho que tienen todas las naciones del mundo”.
Indican que “toda esta campaña de mentiras, la vienen realizando con el fin de imponernos por encima de nuestras propias leyes, y desde afuera, lo que a nosotros nos compete hacer desde dentro, como país soberano”.
Manifiestan que “actúan bajo el alegato infundado y de intromisión poco creíble, de que somos un país donde se practica el racismo, la xenofobia, discriminación y el despojo de la nacionalidad”.
Precisan que las presiones buscan que “la República Dominicana para que siga de prorroga en prorroga, el programa de regularización que con buenas intenciones realizó nuestro presidente Danilo Medina y en definitiva, llevarnos a que aceptemos y sigamos cargando con la situación de nuestros vecinos haitianos”.
Expresan que “la República Dominicana no es, ni ha sido un país racista, por estar integrado en su mayoría por un pueblo mulato que es el producto del intercambio racial de negros y blancos, es un símbolo de resistencia contra la discriminación racial, por ser el suelo donde se produjo la primera rebelión de esclavos del planeta en 1522”.
Puntualiza el documento que Haití y República Dominicana son dos pueblos distintos e independientes, “que compartimos el mismo territorio dividido por límites territoriales, con cultura, lengua y religión diferentes, debemos entendernos de manera armoniosa y pacífica, implementando tratados y relaciones de amistad que tiendan a acercarnos”.
Explican que “cada uno en su lado debemos respetarnos y como naciones hermanas vivir y aplicar el principio de la coexistencia pacífica, cooperación y política de buena vecindad”.
Recalcan que los dominicanos son “una nación soberana e independiente, con derecho a la autodeterminación, capaz de tomar nuestras propias decisiones, sin injerencias extranjeras, con un sistema de leyes y reglas jurídicas que nos encuadran y rigen nuestras relaciones”.
El coordinador del PRD en Montreal, Radames Tejada, hizo un llamado al embajador jefe de la misión diplomática en Ottawa y demás autoridades dominicanas en Canadá, para que tomen la dirección y coordinen la lucha con la comunidad, contra la campaña de mentiras y hostilidad en defensa de la nación dominicana.