Por Narciso Isa Conde
“Claudio hizo los recuentos para introducir el presunto daño hecho por Bosch a la guerrilla. Señala que luego del arribo de los expedicionarios, Peña Jáquez contó del desembarco a Federico Lalane José, hermano de Eberto, quien “dijo que tenía que saberlo Juan Bosch…”
“Al terminar la conversación Balaguer presuntamente le dijo: “Me saluda a doña Carmen” e inmediatamente llamó a los militares, muy molesto, para decirles que llegamos. Ellos hasta ese momento no sabían nada y él los increpó” (“Claudio: Juan Bosch informó a Balaguer llegada de la guerrilla de Caamaño” (Angela Peña, diario Hoy 26 de septiembre 20015)
Con la obra y con la trayectoria política e intelectual de Juan Bosch se puede tener cualquier diferencia o contradicción, pero el Profesor es una gloria nacional y continental en ambos planos, y otros más. Una gloria cuya imagen es preciso exaltar y preservar de cara a la verdad histórica y a la recuperación de los grandes valores referenciales para las nuevas generaciones, hoy en peligrosa decadencia.
Un talento literario excepcional, con una gran dignidad personal y una sensibilidad humana ejemplar. Un pensador político de alto vuelo y recia moral. Un intelectual de elevado calibre y profundas convicciones éticas.
Patriota, antillanista, latinoamericanista, internacionalista de amplios méritos.
Estandarte de la libertad a escala nacional y mundial. Defensor de la soberanía y la emancipación de los pueblos.
Junto al coronel Fernández Domínguez y al coronel Caamaño representa el liderazgo colectivo de la gesta democrática e independentista más importante del siglo XX, principal creador de su ideario y de sus formidables bases programáticas encarnadas en Constitución de 1963.
Reconocido, respetado, admirado internacionalmente.
Su figura emblemática -independientemente de sus imperfecciones y fallas, de sus desaciertos y sombras propias del ser humano e inevitables en todas los que luchan contra tantas adversidades y situaciones complejas- tiende a elevarse a la estatura de Prócer, de símbolo, de emblema, de ejemplo de lucha y de vida.
Su trayectoria política contrasta con la podredumbre actual de la partidocracia de todos los colores y con el status quo de la “tutumpuncracia” corruptora.
Su denuncia y análisis del PENTAGONISMO resultaron premonitoria del lumpen imperialismo de estos tiempos, que protagoniza esta desgarradora “tercera guerra mundial en pedazos”.
LOS BENEFICIARIOS TRAS EL TELÓN
¿A quienes les conviene que esta figura sea sistemáticamente denigrada, calumniada, ensuciada con las peores diatribas?
¿A quienes beneficia enlodar su memoria, reducirla a la mezquindad, al político tramposo y delator?
¿A cuales fuerzas le conviene contraponerla a la del Coronel de abril?
Pienso que a los mismos sectores que inducen a presentar a Caamaño como un borracho mujeriego, vago, soez, déspota…
A las derechas,
A las mafias políticas que quieren igualar a ellas a los héroes y heroínas del pueblo.
A la partidocracia y la lumpen burguesía corruptora.
Al imperio.
A su CÍA y su Pentágono.
A todas esas pandillas y personajillos que procuran corromperlo todo, denigrarlo todo…sembrar conformismo y desesperanza en las nuevas generaciones, imponer el reino de la mentira, la desconfianza y la banalidad, destruyendo todos los valores éticos.
Yo fui de los revolucionarios que más polemizó con Bosch. Debatí ideas, programas, líneas tácticas y estratégicas, con aciertos y desaciertos. Procuraba siempre la verdad, a veces acercándome a ella, a veces alejándome…pero siempre evitando la intriga, la calumnia, la diatriba.
Soy partidario de analizar su obra y su trayectoria con ese espíritu, buscando los aciertos y las fallas, reconociendo integralmente sus aportes y sus límites.
Al periodo de la posguerra del 65 hasta Caracoles, le dediqué mi libro REVELACIONES, en el que entre muchos factores y episodio, analizo los encuentros y desencuentros de Bosch y Caamaño, dando testimonios de que no hubo traición en esas relaciones, si no diferencias políticas, lo que ratificó en esta ocasión
Una o varias manos y mentes peludas han utilizado esos hechos para sembrar cizañas y, sobre todo, para ensuciar a los líderes de mayor trascendencia en la historia reciente, procurando dañar maliciosamente la referencia emblemática que ambos representan para las luchas presentes y gestas futuras.
Ahora esto ha llegado a un extremo indignante en loco afán de denigrar, reduciendo al Profesor Bosch a un vulgar calié telefónico de Balaguer, desplegando diatribas en entrevista en un medio de tupé y bajo la conducción de una periodista de renombre.
Solo que si hubiera sido verdad esa llamada de Bosch a Balaguer su grabación hubiera recorrido el mundo.
Al mentiroso le es difícil ocultar los calzoncillos sucios.
Paren ya esa porquería y, por favor, dejen a Doña Carmen tranquila en su apacible vejez.
Y al Profesor ni lo calumnien más… ni lo usen para adornar la podredumbre de una cúpula morada que se empeña en encubrir sus fechorías con la manipulación de su figura vaciada de contenido y garra transformadora.
Imitemos al pueblo que les echa en cara la dignidad del líder fundador a los mercaderes de la política que llenaron de fetidez su templo. Estimulemos a la juventud estudiosa a analizar su obra y sus hechos libres de brumas.
29-09-2015, Santo Domingo, RD.