Por Rolando Fernández
Todos quienes en realidad conocieran en vida a ese connotado literato nuestro, como además notable figura de la política dominicana, creador, y líder-mentor de dos instituciones del ramo (PRD y PLD), cuyas esencias y propósitos les hicieran desaparecer a posteriori todos aquellos que el creyó sus verdaderos discípulos, deben estar de acuerdo con lo expresado mediante el titular que encabeza.
Qué sigan recordándole como hasta ahora se ha estilado, protocolar y demagógicamente, al igual que utilizando su nombre para hacer negocios políticos, más que otra cosa, creyéndose que “todavía viene Pedro y jalla”, como reza un refrán popular, constituye una ofensa a su memoria póstuma. ¡Déjense de eso, “bandada” de ingratos, y malos alumnos!
Después de como se ha procedido, política y éticamente, quienes se suponía podían continuar perfumando la sociedad nacional con el aroma puro, la fragancia que transpirara el maestro, para qué seguir con las mismas pantallas de costumbre en las fechas de cumpleaños, como de su deceso, la partida inevitable del plano terrenal.
Es obvio que, se han tirado por la borda todos los principios, conocimientos, y sentimientos patrióticos que el inmenso líder, maestro, no profesor, pues enseñaba con los comportamientos observados – ejemplos vivos -, que él entendió había legado a sus más notables discípulos, y relevo generacional obligado.
¡Se olvidó todo! Las glotonerías y ansias de poder desmedido, tan pronto las mencionadas entidades políticas pudieron escalar hasta la primera magistratura del Estado, y sus dependencias principales, hicieron borrar sus históricos mensajes inductores, como la figura física misma del mentor.
Ahora, en ocasión del catorce (14) aniversario de su fallecimiento, lro. de noviembre, vienen con las mismas sandeces protocolares, como embaucadoras a la vez, haciendo uso de la ocasión, y de su nombre glorioso, para agenciarse adeptos politiqueros.
En ese sentido, se anunció la realización de una serie de actos para recordar su memoria, según ellos, teniendo como escenarios La Vega, su ciudad natal, la capital y Nueva York. “PLD recuerda el aniversario de la Muerte Bosch” ¡Cuánta hipocresía al horno! (“Diario Libre”, del 31-10-15, página 14).
Que bueno hubiese sido, el que uno de esos periodistas aguzados que en determinados momentos hacen acto de presencia, se hubiere encontrado en alguno de esos eventos, para preguntarles a los anfitriones el porqué no han conservado en su memoria aquella significativa alocución del extinto líder, y han actuado conforme con los mensajes transmitidos. ¡Léase bien!
“Los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral”. (1982) ¿Cuántos de los agraciados recordarán esos pronunciamientos?
Lo que bien debieron haber hecho los peledeístas, aprovechando este nuevo aniversario de su muerte, era una misa de acción de gracia, en que participara Comité Político en pleno de la organización, como expresión de gratitud al insigne líder y maestro, por su intermediación, su acertada dirección, y guía efectiva, sin las cuales no hubieran podido llegar a donde están hoy.
Pero además, pedirle perdón por las deshonras a su memoria en que han incurrido, y haberle prometido un cambio significativo en la conducta exhibida hasta ahora, en términos de emularle con respecto a la honradez y pulcritud que el mismo ostentó siempre; de adherirse por completo a uno de sus predicamentos más sonoros: “ir al Estado a servirle al pueblo, y no a servirse de los cargos, y del poder”.
¡Ay si el maestro pudiera volver! De seguro botaría de nuevo del partido a todos los engreídos, y malagradecidos que “olfateó” otrora, aumentando significativamente la lista con todos los corruptos y antinacionalistas de ahora, traidores a los principios que él supuso legados.
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