La oposición política, al menos que no esté jugando al deterioro de las relaciones internas del Partido de la Liberación Dominicana, entendemos que debe reorientar su estrategia y actuar como real contrapeso a un gobierno que ejerce todos los poderes públicos sin ningún tipo de moderación.
Si la oposición al gobierno es constructiva pura y simple, esta solo servirá para fortalecerlo, por lo que la línea debe ser de confrontación firme ante las acciones del oficialismo que desborden la legalidad y el interés colectivo
Consideramos que es responsabilidad de los quienes están afuera hacer oposición sistemática frente a un partido de gobierno que está preparado para repartir el presupuesto público como una piñata y luego para garantizar la impunidad total a los que se han beneficiado de la corrupción a la vista de todos.
En una ocasión escuchamos a alguien decir que en un régimen democrático donde los gobernantes respetan su propia legalidad y se someten al escrutinio de la opinión pública, tiene sentido hablar de oposición constructiva, pero en la República Dominicana actual esa expresión se ha convertido simplemente en una forma eufemística de disfrazar una política de colaboracionismo y complicidad.
La oposición debe espabilarse, porque para hacer más expedito el camino de la reelección, perredeístas han empezado a recibir sueldos-botellas en el tren gubernamental, como parte del acuerdo entre el PLD y el PRD, mientras que las mismas organizaciones que pusieron a firmar al mandatario de hoy junto a los demás candidatos, son os que hoy en una cadena humana, exigen que desaparezca la OISOE y mañana lo harán en contra de otros ministerios y direcciones generales que son verdaderas entelequias y elefantes blancos y moles que solo están para chuparse el presupuesto nacional.
Sepa usted, señor presidente, que por encima de su 100 % de simpatías y de lo que digan a su favor sus vocingleros y un sector de la prensa y sus lacayos, la lucha no se detendrá.
Las redes sociales y las calles serán las aliadas de las demandas de los populares, porque los que estamos en contra de lo ilícito, de la indelicadeza, del latrocinio, del robo vulgar y de la corruptela en todas sus manifestaciones estaremos de pie manifestándonos.