COLOMBIA.- A partir de este jueves ningún juez o notario de Colombia podrá negarse a celebrar matrimonios entre parejas del mismo sexo, gracias a una decisión de la Corte Constitucional del país con seis votos a favor y tres en contra.
Para los magistrados, las personas homosexuales no contaban con una protección plena de sus derechos, sobre todo del derecho a la igualdad. Hasta antes de este fallo se permitía que formalizaran una unión civil, pero no podían utilizar la figura del matrimonio.
“Con este paso se consolida una tendencia de respeto a la igualdad y de la exclusión de la discriminación”, dijo en una entrevista Manuel José Cepeda, expresidente de la Corte Constitucional.
Esta decisión es el punto máximo de un proceso gradual, liderado por la Corte Constitucional, para extender los derechos de los homosexuales. En el 2007, la Corte dijo que las parejas del mismo sexo eran sujetos dignos de protección por lo que debían gozar de igualdad de derechos.
En fallos subsecuentes, la Corte siguió extendiendo los derechos. En 2011, por ejemplo, estableció que las uniones civiles de las parejas del mismo sexo constituían una familia y le dio al Congreso un plazo de dos años para establecer una ley para formalizar esta unión. El año pasado, la Corte Constitucional también aprobó la adopción por parejas del mismo sexo.
El Congreso nunca aprobó dicha ley, por lo que el tema volvió a la Corte Constitucional, una institución que se ha forjado su reputación como protectora de las minorías. Sin embargo, en el último año, un escándalode tráfico de influencias manchó su imagen, en consecuencia, algunos críticos consideran que esta decisión es una manera de resarcirse con el público.
Armando Benedetti, senador colombiano que lleva casi una década proponiendo proyectos para asegurar la igualdad de los homosexuales, aplaudió la decisión pero criticó la falta de acción del Congreso. “Hoy es un día agridulce. Estoy feliz porque las personas LGBT tienen los mismos derechos, pero triste porque aunque el Congreso se ve como una catedral por fuera, es una pesebrera por dentro”.
Sin embargo, el Congreso parece representar a una mayoría de la sociedad colombiana. Aunque la Iglesia católica ha perdido influencia y el país ha avanzado en indicadores de urbanización y movilidad social, la aceptación del matrimonio gay es baja. Según una encuesta de Invamer Gallup de febrero 2016, el 55 por ciento de los colombianos está en contra del matrimonio entre personas homosexuales.
Aún así, con esta decisión de la Corte Constitucional, Colombia se une a países como Argentina, Brasil, Uruguay, México y España, donde se permite el matrimonio a personas del mismo sexo. La Corte Suprema de Estados Unidos aprobó el matrimonio igualitario en el verano de 2015.
“Es una gran batalla con la cual se cierra el ciclo de protección de igualdad ante la ley de los ciudadanos LGBT”, señaló la Senadora Claudia López, que también es lesbiana. “Decimos con orgullo que ganó el amor, que somos ciudadanos, que somos adoptantes, que somos matrimonio, que somos pareja, que somos familia, y que estamos convencidos hoy más que nunca que la igualdad es imparable”.