COMO..!! Exiliados cubanos piden evitar discriminación en cruceros

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CARNIVALMIAMI.- Dos cubano-estadounidenses solicitaron a un juez federal en Miami que garantice que ni ellos ni otros exiliados cubanos padecerán discriminación cuando los cruceros de Carnival Corp. viajen a Cuba.

Carnival cambió de política y anunció que permitirá que los nacidos en Cuba compren pasajes para los viajes a la isla, que deben comenzar el 1 de mayo. Anteriormente, Carnival había dicho que no vendería boletos a los nacidos en Cuba porque el gobierno de La Habana prohíbe que sus ciudadanos partan o entren al país por mar.

Tucker Ronzetti, abogado de los exiliados cubanos que demandaron a Carnival alegando violación de sus derechos civiles, dijo el jueves en una audiencia que la orden del juez es imperativa para garantizar que la empresa turística no cambie de política.

«Podrían cambiar de parecer en el futuro», dijo Ronzetti a la jueza Marcia Cooke, quien no emitió un fallo de inmediato.

Stuart Singer, abogado de Carnival, dijo que la empresa está negociando con Cuba para que cambie su política, y reiteró la promesa de la compañía de que si Cuba no cambia esa restricción, no habrá cruceros hacia allá.

El buque Adonia, con capacidad para 704 pasajeros, zarparía cada dos semanas desde Miami a la isla, parando en La Habana, Cienfuegos y Santiago de Cuba.

«No habrá ningún cambio» en la política de la compañía, dijo Singer.

Estos viajes en crucero serían los primeros entre Estados Unidos y Cuba en más de 50 años, y se producen gracias a la reanudación de relaciones diplomáticas. Sin embargo, la disputa sobre la norma cubana demuestra cuánto trabajo hay por delante para impulsar las relaciones políticas y de negocios entre los dos países.

Cooke, quien es de ascendencia africana, dijo que a ella le parecía claro que la política anterior de Carnival de no venderle boletos a los exiliados cubanos era discriminatoria bajo la ley estadounidense. Aun con el cambio, ella dijo que los nacidos en Cuba parecen sufrir más obstáculos para conseguir visas, lo que ella comparó con las políticas de discriminación racial en Estados Unidos.

«Esto me recuerda a las viejas pruebas que les obligaban tomar a los negros para poder votar en el sur de Estados Unidos. Si uno tenía cierto color de piel, tenía que responder acertadamente 20 preguntas sobre la constitución estadounidense», declaró Cooke.

La comparación se ajusta a las políticas de Carnival y de otras empresas de cruceros, porque al igual que restaurantes y hoteles, los cruceros son servicios de uso público que zarpan de puertos estadounidenses y por lo tanto deben acatar las leyes antidiscriminación estadounidenses, dijo Ronzetti, aun cuando la restricción inicial venga de otro país.

«No podemos permitir que otra nación nos exporte a nosotros sus leyes discriminatorias», expresó.