Por Ramón Mercedes
Nueva York.- Herederos directos y reconocidos por la justicia dominicana como los verdaderos sucesores de los terrenos de Cayo Levantado, situado en la bahía de Samaná, precisaron aquí que la única apoderada legal ante la Suprema Corte de Justicia (SCJ) es Guillermina Santana, tataranieta del propietario de la tierra dejada por el español Andrés Trinidad.
Los también sucesores Carlos Nivar, Osiris Nivar, Ana Contreras, y Jessy Picel, entre otros, explicaron que poseen el certificado de título de la propiedad y que la SCJ le ha otorgado el derecho de la misma, porque ya hubo determinación de herederos.
Advierten que quien compre se le anulará dicha compra si no tiene la firma de la señora Santana.
Mediante un documento de prensa, señalan que María Trinidad Hernández, nunca trabajó con Santana, que ni siquiera se conocen, y sin embargo «accidentalmente la nombran en una sentencia» y ponen la cédula de una hermana ya fallecida.
Alegan que no tienen que darle dinero a nadie, porque el desapoderamiento se hace con un notario público y se le envía la nota con un alguacil, y después de la venta no pueden desapoderar.
Afirman que el abogado Natanael Méndez Matos fue desapoderado por la propia apoderada facultada, y ya no tiene nada que ver con este proceso, por lo que advirtieron a cualquier inversionista, incluyendo a Bahía Whale Grupo Piñeiro, que si compran sin la autorización de Santana no están comprando nada.
Asimismo, afirman que no existe ningún documento ni contrato de arrendamiento de parte de Bahía Whale.
Explicaron que la representante de la familia ha demostrado su condición de heredera en este caso y como la apoderada especial, porque tiene más de veinte años estudiando y peleando este caso en los diferentes tribunales del país. Afirman que ella mantiene su fe en los tribunales dominicanos de que hará imperar la justicia.
Advirtieron en entrevista con este reportero que por defender sus derechos y los de su familia, Santana irá hasta el fin del mundo y no descarta ir a las Naciones Unidas si fuese necesario.
«Los inversionistas compran y pagan en todas partes del mundo menos a nosotros los descendientes directo de Trinidad, como si los dominicanos fuéramos menos que los demás.
Es un insulto no sólo a nuestra familia, es una invasión extranjera como los tiempos de los indios Taíno» dijeron.
Recordaron que el artículo 560 de la constitución dominicana avala sus derechos como dueños.