El inmueble fue entregado el sábado con sus reparaciones y mostrando fotos históricas y otros detalles internos de la casa que data de 1800 y que aún se conserva.
Se observan fotografías de Gómez junto a sus familiares cercanos y amistades, como José Martí. Así también una lámpara que se la regaló una hija.
El director de la Casa del Manifiesto de Monte Cristi, Amado Gutiérrez García, biznieto de Calixto García Ibáñez, que era compadre de Máximo Gómez, dijo que este es un patrimonio que hay que conservar.
Muchas fotografías de la época donde se observa a Máximo Gómez con parte de su familia, aparecen en la vivienda, como parte del atractivo histórico de los visitantes.
A la pregunta de si muchas personas visitan el lugar debido a lo que significa en la h i s t o r i a dominicana, Gutiérrez García explicó que “aquí llegan muchas personas de Cuba, Rusia, Estados Unidos, Francia, Colombia, Ecuador, también dominicanos y otros países del mundo. Siempre se quedan asombrados con la belleza y la estructura de esta casa”.
Compromiso historico
Recuerda Gutiérrez García que desde esa estructura partieron cinco hombres hacia Cuba, y esa pequeña tropa la encabezaban José Martí y Máximo Gómez.
Dijo que esos hombres se guarecieron en un callejón del Gran Inagua, en Bahamas, pero como había problemas, permanecieron un tiempo escondidos, llegando luego a Cabo Haitiano (Haiti) y de allí a Punta Maisí, donde se reunieron con Antonio Maceo, que era compadre de Máximo Gómez, arengaron a sus tropas y de inmediato comenzó la guerra chiquita que logró la independencia de Cuba.
El director de la Casa Museo de Monte Cristi, Amado Gutiérrez, asegura que Máximo Gómez compró esa casa el 22 de noviembre de 1888 a Cayetana Portes, por la suma de 400 pesos, “que en ese tiempo era un dineral, porque significaban soles mexicanos”.
Un episodio
“Él vino de Jamaica, se estableció aquí en Monte Cristi. Se hospedó en Laguna Salada de Valverde.
Recibió educación en Baní, su tierra natal, por parte del padre Andrés Rosón (1835-1862), que era jesuita”, indicó Amado Gutiérrez al narrar parte de la vida de Gómez.
Reveló que con un machete y un hacha cortó diez árboles y con ellos construyó una humilde casa, a la cual le colocó un techo de cana.
Los muebles que utilizó, de manera rudimentaria, los fabricó con los mismos troncos de esos árboles.
“Máximo Gómez llegó a Laguna Salada y trabajaba en la Casa Jiménez que era propiedad de los hijos de Manuel Jiménez, que fue el segundo presidente de la República Dominicana”, explicó Gutiérrez García.
UN MILITAR Y VALIENTE COMBATIENTE
Cuenta el historiador que Máximo Gómez en su juventud se alistó a las Fuerzas Armadas y tomó acción en Santomé; y el 22de diciembre de 1855 al mando del general Cabral y Luna que enfrentó a las fuerzas haitianas, su casa fue incendiada por los invasores, y pidió a quien los comandaba que no mataran a esos “muchachos”, porque él prefería enfrentarse a quien los mandó.
“Así era Máximo Gómez”, manifestó, al tiempo de enfatizar que estuvo ligado a muchos acontecimientos, mostrando siempre una gran valentía.
Eso lo llevó a la guerra por la independencia de Cuba.