WASHINGTON.- Junto a la suspensión de entrada de refugiados desplazados por la guerra, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, vetó la entrada a los ciudadanos de Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudan y Yemen.
El presidente Donald Trump ordenó por decreto que se impida el ingreso a Estados Unidos de cualquier refugiado durante cuatro meses y suspendió indefinidamente a los provenientes de Siria, alegando que la prohibición es necesaria para mantener fuera del país a los “terroristas islámicos radicales”.
La orden ejecutiva firmada el viernes suspendió inmediatamente un programa que el año pasado permitió reasentar en Estados Unidos a unas 85.000 personas desplazadas por la guerra, la opresión política, el hambre y los prejuicios religiosos.
Citando el temor de una infiltración terrorista, Trump bloqueó indefinidamente el paso a quienes huyen de la guerra civil en Siria e impuso una prohibición de 90 días a todos los que traten de migrar a Estados Unidos desde siete naciones de mayoría musulmana.
“Queremos asegurarnos de que no estamos admitiendo en nuestro país las mismas amenazas por las que nuestros soldados están luchando en ultramar”, dijo Trump al firmar el decreto en el Pentágono. “Solo queremos admitir en nuestro país a quienes apoyen a nuestra nación y amen profundamente a nuestro pueblo”.
Trump dijo que la suspensión en el programa de refugiados era necesaria para darle tiempo a las agencias para desarrollar un sistema de selección más estricto.
Aunque el decreto no especificó qué pasos adicionales quiere que tomen el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado, el presidente ordenó a los funcionarios que revisen el proceso de solicitud y aprobación de refugiados y que busquen nuevas medidas que impidan abusos contra el programa de refugiados.
Durante la congelación, el gobierno de Estados Unidos podrá admitir refugiados caso por caso y continuará procesando solicitudes de personas que aleguen persecución religiosa, “siempre que la religión del individuo sea una religión minoritaria en el país del individuo”.
En una entrevista con CBN News, Trump dijo que los cristianos perseguidos tendrían prioridad en solicitar el estatuto de refugiado.
“Vamos a ayudarles”, dijo Trump. “Han sido tratados horriblemente”.
Trump firmó la orden ejecutiva en el más robusto de sus primeros días en la presidencia en lo que se refiere a seguridad nacional y política exterior. Se reunió con la primera ministra británica, Theresa May, y tuvo una larga conversación telefónica con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.
Cuando era candidato, Trump prometió una prohibición temporal de toda la inmigración musulmana a Estados Unidos. Posteriormente cambió su enfoque, diciendo que pondría en marcha procedimientos de “investigación extrema” para detectar a personas que lleguen a la nación procedentes de países con vínculos terroristas.
El Departamento de Estado dijo que la prohibición de tres meses en la directiva se aplica a Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen, todas naciones de mayoría musulmana.