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BERLÍN – En una campaña coordinada en 14 estados, la policía alemana irrumpió el martes pasado en los hogares de 36 personas acusadas de hacer publicaciones de odio en redes sociales, incluyendo amenazas, coerción e incitación al racismo.
En su mayor parte, la redada estaba dirigida contra la incitación políticamente motivada de la derecha, de acuerdo con la Oficina de la Policía Federal Criminal, cuyos miembros realizaron cateos en casas e interrogatorios. Sin embargo, la redada también tenía por objetivo localizar a dos personas acusadas de publicar contenido de extrema izquierda, así como a una acusada de amenazar o acosar con base en la orientación sexual de la gente.
“La incidencia de publicaciones de odio condenables aún es alta y muestra la necesidad de que la policía actúe”, señaló en una declaración Holger Münch, presidente de la Oficina de la Policía Federal Criminal. “Nuestra sociedad libre no debe permitir un clima de miedo, amenazas, violencia criminal ni violencia en la calle o en internet”.
La redada se dio en un momento en que los alemanes debaten sobre la elaboración de una nueva ley para las redes sociales, cuyo objetivo es ejercer mano dura contra el discurso de odio, una medida que una amplia gama de expertos calificó como inconstitucional en una sesión parlamentaria efectuada el lunes.
La medida, que promueve el ministro de Justicia, Heiko Maas, para que se apruebe este mes, podría multar a Facebook, Twitter y otras redes por hasta 53 millones de dólares (50 millones de euros) si no logran eliminar el discurso de odio y otras formas de contenido ilegal.