Quito.- La firma brasileña Odebrecht, acusada de ofrecer sobornos por todo el continente, aseguró hoy que “ha cambiado” y que las políticas de la empresa han sido sometidas a un programa global de saneamiento para no incurrir en “errores” del pasado.
“Somos una empresa que ha cambiado.. No se darán más sobornos”, afirmo el encargado de ese programa, el abogado estadounidense Michael Munro, en un desayuno de trabajo en Quito.
Tras un persistente mea culpa, el abogado se comprometió con una nueva política y comportamiento para “convencer” a todos y a los Gobiernos de la región de que la compañía ha cambiado y que a partir de ahora actuará “de la forma correcta”.
“La historia demuestra que las empresas pueden cambiar y convertirse en líderes en el esfuerzo global en contra del soborno”, afirmó tras pedir disculpas varias veces al pueblo y Gobierno ecuatorianos.
Munro, contratado especialmente para lavarle la cara a la empresa tras las graves acusaciones de corrupción por toda América Latina y EE.UU., reconoció que dentro de ese proceso de reconstrucción la firma esta dispuesta a “asumir las consecuencias” y pagar “reparaciones” con el fin de “obtener el perdón” por sus errores.
“Sabemos que lo que hicimos estuvo mal y estamos dispuestos a iniciar un nuevo camino”, insistió y dijo que la empresa “está dispuesta a pagar las consecuencias”.
En el desayuno de trabajo, Munro expuso el plan de diez puntos delineado en los últimos meses para corregir la extensa corrupción que afectaba a la compañía.
El plan, destinado a corregir las “acciones corruptas que nunca debieron haber ocurrido”, tratará de “abordar esos problemas del pasado de la manera apropiada porque no podemos cometer más errores”.
Los pasos adoptados se enmarca en “dos caminos”. El primero ha sido la detección y la existencia de un equipo profesional para abordarlos y trabajar con los Gobiernos del mundo y que “ha llegado a importantes acuerdos en Brasil, EE.UU., Suiza, República Dominicana y aquí en Ecuador y en muchos otros países”.
“Lo importante es que como compañía se haga con respeto, de forma confidencial con los Gobiernos, sin filtración del proceso”, afirmó el abogado.
Ante una pregunta de Efe sobre la suma global de sobornos que pagó la empresa, y que ha sido calculada en torno a los 900 millones de dólares por distintos medios, negó conocerla y pidió esperar a los abogados y equipo de transparencia.
En cualquier caso, abundó que la empresa ha llegado a acuerdos con los distintos países “en los que tienen cuestiones” abiertas.
Sobre el segundo camino, liderado por él, es el de conformidad y cuyo trabajo consistirá “en poner en práctica el sistema correcto para que lo que ocurrió no vuelva a ocurrir”.
“Este sistema de control (global compliance programme) es muy común y conocido en el mundo corporativo mundial y refleja la importancia que ven las empresas por hacer negocios sin corrupción”, subrayó sobre la primera vez que lo aplicó hace 17 años, en otra empresa.
Lo esencial -agregó- es que los empleados entiendan que sus decisiones deben ser tomadas con integridad, “y eso es lo que Odebrecht ha puesto en marcha”.