Por Roberto Veras
La amistad juega un papel importante en nuestra relación social. Hasta cierto punto, la amistad es para nosotros lo que es la sangre para el funcionamiento del cuerpo.
He participado en discusiones acaloradas sobre si la amistad se ve afectada por la diferencia económica de las personas.
Algunas personas creen que la amistad se basa en el estado financiero de la gente. Mientras que otros sostienen la opinión de que la diferencia social no puede afectar la amistad.
En lo que a mí respecta, estoy de acuerdo con este último punto de vista. Es decir, la verdadera amistad no se verá afectada por la disparidad financiera. Las razones son las siguientes.
En primer lugar, la verdadera amistad debe basarse en el respeto mutuo, ignorando la diferencia de la posición social.
«Ser amigo significa alentar las fortalezas de los demás y aceptar sus debilidades, es decir, aceptarlas por lo que son». La amistad no debe romperse solo por el dinero.
El respeto mutuo exige respetar y aceptar la situación del otro, incluida la situación financiera. Por ejemplo, aunque Marx y Engels tienen grandes disparidades sociales en las finanzas, se vuelven amigos para toda la vida.
Eso es porque Engels respeta a Marx en lugar de menospreciarlo. Le ha dado a Marx mucha ayuda económica durante muchos años. Y Marx aprecia a Engels en lugar de desacreditarlo. Además, Marx coopera con él en el trabajo y confía en él en la vida diaria.
Por lo tanto, la verdadera amistad no se verá afectada por el dinero.
En segundo lugar, los verdaderos amigos no solo deben compartir buenos momentos, sino también compartir el dolor.
Como dice un viejo refrán: un amigo necesitado es un amigo de verdad. Los verdaderos amigos deben compartir la tristeza y la felicidad entre ellos.
Cuando uno está en problemas, los amigos darán una mano sin dudarlo. Pero, el hecho es que cuando estás en el regazo de la fortuna, tienes muchos amigos, pero cuando estás en problemas, solo unos pocos amigos te respaldan.
Estos pocos son en realidad tus verdaderos amigos. Ellos te alientan y te levantan en espíritus y hacen que ese mundo oscuro y vacío se vuelva brillante y lleno.
No te dejarán solo porque eres pobre. Por el contrario, te acompañarán todo el tiempo.
Por otro lado, si la amistad se ve afectada por la disparidad financiera, entonces la amistad no se puede llamar amistad.
Si alguien quiere mantener una amistad contigo solo porque eres un hombre que puede pagar una buena bebida u otros lujos, ¿aceptarás? Creo que ninguno de ustedes quiere que esa persona aparezca en su vida.
Entonces no es difícil para nosotros llegar a la conclusión de que la verdadera amistad no se ve afectada por la diferencia social o disparidad financiera; en cambio sabemos que se basa en el respeto mutuo y en compartir los momentos buenos y dificiles.
