Estudio profundiza por qué algunos pacientes se resisten a la quimioterapia

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Madrid.- Investigadores españoles han constatado que el número de mitocondrias -fábricas de energía- de una célula tumoral predice su sensibilidad a la quimioterapia: aquellas que tienen un elevado número son las que responden bien al tratamiento.

Esta es la principal conclusión de un estudio que se publica en la revista Nature Communications, que según sus autores podría explicar por qué algunas células mueren tras el tratamiento antitumoral mientras otras, genéticamente idénticas, son capaces de sobrevivir y causar la reaparición del cáncer.

La cantidad de mitocondrias podría servir, por tanto, para predecir la sensibilidad del paciente a un determinado tratamiento.

En una nota de prensa, el Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC) de España recuerda que uno de los grandes problemas de los tratamientos de quimioterapia es la resistencia que presentan algunos pacientes.

Y esto es debido a que la terapia no es eficaz contra todas las células tumorales; algunas sobreviven y son capaces de regenerar el tumor.

Este estudio ha comprobado que las variaciones en la cantidad de mitocondrias -fábricas de energía de las células de organismos superiores- pueden ser la causa de la diferente sensibilidad de células genéticamente idénticas al mismo tratamiento antitumoral.

Tradicionalmente, las diferencias de sensibilidad a la quimioterapia se habían asociado a las variaciones genéticas.

“No todo es determinado por la genética, el contexto interno y externo influye profundamente en la célula”, detalla Francisco Iborra, director del trabajo e investigador del CNB-CSIC, quien añade que estos resultados indican que solamente las células con un elevado número de mitocondrias responden bien al tratamiento.

La razón de que unas células tengan más mitocondrias que otras reside en que el reparto no es equitativo durante la división celular.

Este trabajo podría ofrecer nuevas herramientas a la hora de elegir qué terapia asignar a un determinado paciente.

“Hasta la fecha, carecíamos de biomarcadores que nos sirvieran para predecir la respuesta de las células tumorales a los tratamientos convencionales; creemos que la masa mitocondrial podría ser un buen indicador de prognosis y predecir si un tratamiento será efectivo ante un determinado cáncer”, añade este científico.

Por el momento, el estudio se ha realizado en células tumorales en cultivo ‘in vitro’.

Además, análisis de biopsias de cáncer de colon han apoyado la hipótesis de la correlación entre la masa mitocondrial y las proteínas que inducen la muerte de la célula.

“Ahora estamos comenzando la segunda parte del trabajo: validar los resultados en muestras de diferentes tumores y con diferentes fármacos, lo que servirá para corroborar si estas observaciones son extrapolables a la clínica”, resume Iborra.