Curitiba (Brasil).- La Policía Federal de Brasil confirmó que no ejecutará en lo que queda de viernes, ni durante la madrugada del sábado, el mandato de prisión que pesa contra el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, según señalaron a una importante agencia de prensa fuentes del organismo.
Lula se encuentra atrincherado en un sindicato de Sao Paulo desde la noche del jueves y hoy rechazó entregarse de manera voluntaria a la Justicia, como le había permitido el juez federal Sergio Moro en auto en el que dictó su orden de prisión.
De acuerdo con el exsenador Eduardo Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT), Lula parece tener pensado “dormir” en el sindicato esta noche y asistir mañana sábado a una misa en memoria de su fallecida esposa, Marisa Leticia.
La presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, negó que Lulada Silva negocie su entrega a la Policía superado el plazo otorgado por la Justicia para ingresar en prisión a pesar de las versiones de que negociaba su entrega con las autoridades.
Moro decretó el jueves por la tarde una orden de prisión contra el ex jefe de Estado (2003-2010), con objeto de que empiece a cumplir la pena de 12 años y 1 de mes por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El magistrado condenó a Lula en julio de 2017 a 9 años y 6 meses de prisión al dar por comprobado que se benefició de las corruptelas que se dieron en el seno de la petrolera estatal Petrobras por medio de la cesión de un lujoso apartamento en el litoral paulista de parte de OAS, constructora implicada en la trama.
Esa pena fue aumentada en enero pasado a 12 años y 1 meses por un tribunal de segunda instancia, que además determinó su ingreso en prisión una vez agotados los recursos en esa corte.
La defensa del líder político más carismático de Brasil ha intentado hoy varios recursos in extremis para evitar su prisión, los cuales han sido negados.