SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Los estudiantes que cursan el segundo de bachillerato (actual cuarto de secundaria) no tendrán que someterse a los exámenes tradicionales de final de grado para pasar de curso.
Se trata de la primera cohorte que en el año lectivo 2016-2017 pasaron de 7mo y 8vo grado de básica a primero y segundo de bachillerato, para dar inicio al nuevo diseño curricular del Ministerio de Educación.
De acuerdo con esa nueva reorganización del sistema educativo, los niveles quedaron divididos en seis básico y seis secundarios.
El primer ciclo comprende los grados 1ro, 2do y 3ro (anteriores 7mo, 8vo. y 1ro.) es de carácter general y común a todas las modalidades.
El segundo ciclo abarca los grados 4to, 5to y 6to (anteriores 2do, 3ro y 4to.) y se ofrece en tres modalidades: académica, técnico-profesional y en artes.
La ordenanza 22-2017 del Ministerio establece que a partir de la entrada en vigencia de la nueva estructura del sistema educativo y la implementación de nuevo currículo revisado y actualizado, el proceso de aplicación será gradual, entrará en los años lectivos 2017-2018 el cuarto grado (antiguo segundo), en el 2018-2019 el quinto grado (actual 3ro del bachillerato), en el 2019-2020 el sexto grado, será este el año que entre completo el segundo ciclo de la modalidad académica.
Eso implica que los estudiantes que al iniciar el nuevo currículo cursaban primero de media y los que están en tercero y en el último año de la educación secundaria sí recibirán las evaluaciones estandarizadas o las pruebas normales de fin de año, porque son de la vieja estructura o modelo curricular.
Los exámenes de fin de año ya les fueron impartidos a los alumnos de cuarto que ahora se preparan para tomar las Pruebas Nacionales.
A los estudiantes se les evaluará sobre la base de las competencias que hayan desarrollado durante todo el año escolar que incluyó portafolios, diarios reflexivos de clase y debates.
Además, entrevistas pu-estas en común, intercambios orales, ensayos, solución de problemas casos para resolver, pruebas de situaciones, actividades individuales y grupales, entre otras estrategias.
Cada maestro tiene los indicadores de las competencias de sus materias que el estudiante debe aprender para ser competente en cada disciplina.
Esos instrumentos de evaluación incluyen listas de cotejo o control, escalas de valoración y estimativa, de pautas de observación y actitudinales y rúbricas.
La evaluación sumativa se debe registrar al final de cada proceso, lo que permite comparar los aprendizajes iniciales con los logrados al final del año escolar y que permiten valorar el desarrollo de las competencias.
La calificación final del año escolar de cada asignatura será igual al promedio de las parciales.
Para aprobar una asignatura el estudiante deberá alcanzar al final del grado una calificación igual o superior a los 70 puntos. Quienes no dominen alguna de las competencias entrarían a un proceso de recuperación que se inicia el 29 de este mes y concluyen el 11 de junio.