WASHINGTON, DC.- El ex embajador dominicano ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y pasado coordinador general de Participación Ciudadana, Roberto Alvarez Gil, propuso la creación de una “Comisión Oficial de la Verdad” para investigar y establecer responsabilidades sobre los crímenes y violaciones de los derechos humanos perpetrados durante la dictadura de Rafael Trujillo Molina.
Dijo que la “República Dominicana es el único país de las Américas que, habiendo sufrido una dictadura tan larga, feroz y sanguinaria como la de Trujillo, no ha realizado una calificación a nombre del Estado que reivindique el derecho a la memoria histórica y el derecho a la verdad para las víctimas, sus familiares y el pueblo dominicano”.
Álvarez hizo el planteamiento durante la puesta en circulación de su libro “Derecho Internacional y Derechos Humanos: Reflexiones de dos Generaciones, 1955-2016”, donde comparte trabajos especializados sobre el derecho internacional y el derecho internacional de los derechos humanos con su padre Ambrosio Álvarez Aybar, quien fuera canciller de la República, embajador alterno en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y profesor de derecho internacional público.
Explicó que su propuesta, a 57 años del ajusticiamiento del dictador, está sustentada en tres escritos inéditos publicados en el nuevo libro, donde expone los motivos por los cuales considera esencial establecer una Comisión oficial de la Verdad que cubra la dictadura de Trujillo (1930-61), a pesar del tiempo transcurrido.
Consideró que “la comisión sobre la dictadura de Trujillo debe dejar para la posteridad una historia oficial, una narrativa única e innegable, que sirva de faro y guía para las futuras generaciones de dominicanos, de forma tal que nunca más pueda repetirse en nuestro país un régimen tan aberrante”.
“Así también se cumpliría con un deber histórico que tiene el Estado con las innumerables víctimas de la dictadura, incluyendo el pueblo dominicano, al establecer un equilibrio perdurable entre la memoria y la verdad, fortaleciendo a la vez la democracia y el Estado de derecho en nuestro país”, apuntó Roberto Alvarez.
La puesta en circulación se llevó a cabo en el en el Museo de Arte de Las Américas de la Organización de los Estados Americanos, en Washington DC, con la presencia del secretario general adjunto de la OEA, Néstor Méndez y del secretario de asuntos jurídicos de la misma organización y miembro del Instituto de Derecho Internacional, Jean Michel Arrighi, quien tuvo a su cargo el prólogo de la obra.
Entre las personalidades presentes estuvieron el embajador dominicano en Estados Unidos, José Tomás Pérez; el pasado candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader; el historiador y economista, Bernardo Vega; el vicerrector de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, José Rafael Espaillat; la embajadora de Paraguay ante la OEA, Elisa Ruiz; los embajadores Gabriel Bidegain y Gustavo Cinosi, asesores senior del secretario general de la OEA, Luis Almagro; el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Abrao; y el director del Museo de Arte de las Américas de la OEA, Pablo Zúñiga.
Reconoce personalidades destacadas en el campo de los derechos humanos
En la actividad tambien se encontraban presentes varias personas que han contribuido a construir el actual esquema internacional de protección de los derechos humanos, a quienes el autor reconoció en su intervención, como, el profesor Thomas Buergenthal, sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz; Juan Mendez, quien fue desparecido y torturado en Argentina y logró ser liberado después de 18 meses en cárcel; Alfredo Forti, también detenido y desparecido junto con su madre y hermanos menores en Argentina, los hermanos fueron abandonados en un parque, pero su madre nunca fue liberada y sus restos nunca fueron hallados; y Mark Schneider, ex asesor legislativo del senador Ted Kennedy y subsecretario adjunto de derechos humanos del Departamento de Estado.
El autor resaltó que en República Dominicana existe una gran ausencia de estudios jurídicos sobre el derecho internacional público, y sobre todo en su relación con los derechos humanos. “Ojalá este libro contribuya a mejorar esa laguna y pueda ser utilizado como texto para el estudio de casos en las universidades, o simplemente sirva de referencia para las personas interesadas en la materia”.
Al citar la participación de su padre Ambrosio Álvarez Aybar en la obra, dijo que “fue un invariable abanderado de la justicia y un firme creyente en el futuro de su país, acendradas convicciones que me dejó como legado”.
Dijo esperar que sus interpretaciones contenidas en el libro reflejen esa herencia y ofrezcan una visión más mesurada, armónica y compatible con un Estado social y democrático de derecho, como proclama la Constitución dominicana.