SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Las protestas violentas de los tres últimos días en Haití alcanzaron ayer la ciudad de Malpasse (sureste), fronteriza con República Dominicana, donde fueron incendiadas las oficinas aduaneras, mientras se reportan asaltos en Cabo Haitiano (norte) y Les Cayes (sur).
Además, sindicatos de transportistas haitianos convocaron a una huelga general para hoy y mañana, según dieron a conocer a través de distintas fuentes.
La violencia callejera se desató el viernes en Puerto Príncipe cuando el Gobierno anunció que al día siguiente entraría en vigor un fuerte incremento en el precio de los combustibles, como parte de un paquete de ajustes que firmó en febrero con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin efecto
El sábado se recrudecieron las manifestaciones y actos vandálicos y el primer ministro, Jack Guy Lafontant, quien había llamado a la calma, anunció horas después que el aumento quedaba sin efecto “hasta nuevo aviso”.
Sin embargo, el caos continuó en la capital y otros puntos del país, a pesar de que casi a la medianoche el presidente haitiano, Jovenel Moise, recordó que el incremento había sido revocado y pidiera la calma y el retorno de la normalidad.
Las acciones de turbas incendiando vehículos continuó ayer en amplias zonas capitalinas donde parecen actuar a sus anchas, pues la Policía Nacional no ha dado muestras de poder controlar la situación.
Varias embajadas han anunciado que no abrirán sus oficinas hoy, al tiempo de advertir a sus ciudadanos y funcionarios de que permanezcan en sus hogares.
Reportes de medios locales aseguran que decenas de personas han resultado heridas, y que temen aumente el número de tres muertes confirmadas hasta el momento.
En las calles no han sido vistos soldados del reactivado Ejército haitiano, ni tampoco agentes de la Misión de las Naciones Unidas para la Justicia en Haití (Minujusth), que habitualmente cumplen tareas de vigilancia en Puerto Príncipe y otros puntos de la nación caribeña.
Algunos senadores y diputados opositores culparon ayer al Gobierno de la crisis debido, aseguraron, a que dispuso una medida impopular y sin ninguna planificación.
Las autoridades dispusieron aumentos de un 49 % en el precio de la gasolina; de un 40 % en el gasóleo (diésel) y más de un 50 % en el queroseno, este último muy utilizado para alumbrar las casas haitianas de amplios sectores de escaso poder adquisitivo.