Por Luis Mayobanex Rodríguez (Radhamés) – Coordinador General de Alianza País en NY
New York.- Los elevados niveles de bienestar y riquezas que disfruta la cúpula del partido gobernante tiene como contrapartida un creciente estado de pobreza y desesperación de la mayoría de la población dominicana.
El New York Chiquito del peledé y el supuesto salto de la pobreza a la condición de clase media de millones de dominicanos, lo contradice la continua expulcion del territorio nacional cada semana y por distintas vías de centenares de mujeres y hombres para los cuales RD es un infierno.
Solo como una muestra. Entre el 23 al 30 de mayo del presente año más de 85 dominicanos fueron detenidos y repatriados según las autoridades estadounidenses en Puerto Rico, lo que junto a decenas más que lograron evadir el control de la Patrulla Fronteriza indica lo constante del flujo migratorio dominicano.
Esto se da aun y cuando hay que atravesar en yolas el peligroso Canal de la Mona, que es el tramo marítimo que separa a RD de Puerto Rico.
En su desespero por abandonar el “Paraíso Morado” los dominicanos ni siguiera se detienen a pensar en la dura y prolongada crisis económica y financiera que arrastra Puerto Rico, lo que explica que para el 2015 sólo el 40% de la población adulta disponía de un trabajo formal y que para el 2017 el país terminara declarándose en quiebra.
Como el hambre y la falta de oportunidades son malas consejeras, los dominicanos tampoco consideran que después del paso de los huracanes Irma y María por la Isla se incrementó el número de puertorriqueños/as que emigran a EE.UU., proceso que fue catalogado por algunos académicos sin precedentes y que caía en la categoría de éxodo, de estampida humana.
Lo expuesto constituye el factor básico para que hoy el número de puertorriqueños residentes en Estados Unidos sea casi el doble del número que aun reside en la Isla que no pasa de los tres millones de habitantes.
Como si de una conspiración internacional se tratara y no del drama conocido en que vive la mayoría de dominicanos/as, ahora sale a relucir que entre los extranjeros que más se quedan en E.UU. al perimir su visa están los dominicanos, encontrándose entre los primeros 15 países.
Sin embargo, cuando creíamos que lo habíamos visto todo en materia de emigración aparece un reportaje en el periódico BBC Mundo que recoge la infernal existencia de 46 dominicanos refugiados en Moria, isla de Lesbos, en Grecia, que reclaman asilo político.
La isla de Lesbos está a mas de 9.000 kilómetros de la Capital Dominicana y ahí hay instalado un campamento con más de 4.000 mil refugiados, entre estos 46 dominicanos y miles de sirios, libios, Afganos, pakistaníes, etc.
Este grupo de dominicanos es parte de los que transitan la Ruta del Mediterráneo para llegar a países como España, ruta que en los últimos dos años ha cobrado la vida de alrededor de 8.000 migrantes de distintas edades y nacionalidades.
Contrario al país que vive la cúpula del PLD estos dominicanos han realizado esta larga y peligrosa travesía en “la búsqueda del bienestar”, buscando “trabajar”, dado que el suyo “es un país difícil”, “es un país que se cogen penas, se coge lucha”.
Sea abordando una yola para ir a Puerto Rico y en el intento quedar en la fauces de un tiburón; sea buscando una visa para quedarse “ilegalmente” en EE.UU. y caminar con el miedo de ser detenido en su espalda o sea cruzar por la Ruta del Mediterráneo y morir asfixiado bajo la bella y azul agua del Mar Egeo, lo cierto es que para más del 50% de los dominicanos no hay vida digna bajo los gobiernos del PLD y emigrar es la tabla de salvación.
Este porcentaje es mayor cuando de los jóvenes se trata, dado que los dominicanos ubicados entre las edades de 18 a 25 años el 62% busca emigrar.
La cruda realidad del flujo migratorio confirma que el PLD como gobierno se ha quemado en la edificación de una sociedad justa y de oportunidades para todas y todos.
Esto nos lleva a reafirmar que es perentorio sacar al PLD del poder, reventar el injusto modelo económico impuesto, producir un cambio democrático y hacer posible la instalación de un gobierno que tenga como prioridad las necesidades e intereses de la mayoría no de la cúpula gobernante.