Alemanes le recuerdan a Trump que su abuelo también fue un inmigrante en EU

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Donald Trump

ALEMANIA.- El alcalde, una representante gremial, una socialdemócrata y vecinos de Kallstadt, una pequeña ciudad alemana de 1,200 habitantes al oeste del país, de la que proviene la familia de Presidente norteamericano, Donald Trump, declararon sentirse «avergonzados» por los dichos del Mandatario sobre los orígenes extranjeros de cuatro legisladoras demócratas estadounidenses.

«¿Por qué no regresan donde vinieron?» u «odian a nuestro país», fueron algunas de las frases que Trump le dedicó a las congresistas haciendo hincapié en sus orígenes foráneos.

Según reportó The Washington Post, desde la ciudad de origen del abuelo del Mandatario, Friedrich Trump nació ahí y emigró cuando era adolescente a Estados Unidos en busca de oportunidades.

«Ver las casas no tan imponentes de sus antepasados podría traerlo de vuelta a la tierra», dijo Thomas Jaworek, alcalde conservador de Kallstadt. Jaworek señaló que muchos de sus electores se alinean con el resto de las opiniones de Alemania sobre el Presidente Trump «es una amenaza».

Si bien la autoridad local tiene poco interés en recibir al mandatario de EE.UU., manifestó que si Trump lo visitara, esperaba que al menos el presidente retornara de Kallstadt con una visión diferente sobre la migración, la ciudadanía y la pertenencia, ya que después de todo, Friedrich Trump era un migrante.

«Todo el mundo tiene sus raíces en algún lugar, y pedirle a otros que simplemente se vayan del país es paradójico para él», consignó Beatrix Riede, de 61 años, que lidera una asociación de mujeres en la ciudad. «Solo puedo desear a los estadounidenses que elijan a alguien que piense antes de decir algo», agregó Riede.

Según lo detallado por el medio estadounidense, el abuelo de Trump nació en 1869 en una familia modesta que manejaba un pequeño viñedo. Friedrich trabajó inicialmente en una barbería en una ciudad vecina. «La asfixiante falta de oportunidades en el pueblo parecía acercarse a él. Sin ninguna oportunidad aparente para una vida mejor, vio que lo que tenía por delante era triste, difícil y pobre», escribió la autora Gwenda Blair en su libro de 2001, Los triunfos: tres generaciones que construyeron un imperio. «Parecía que no tenía más remedio que irse», sostuvo.

El joven de 16 años emigró entonces a Estados Unidos, donde llegó en 1885.

Más tarde volvió al pueblo y se casó con una lugareña de Kallstadt, Elizabeth Christ, pero finalmente retornó a los Estados Unidos.

Cornelia Seidl, de 67 años, que representó al Partido Socialdemócrata de Alemania en el consejo localde Kallstadt durante décadas, expresó que los inmigrantes son el «motor» que impulsa a EE.UU. «Es lo mismo que en Alemania: necesitamos trabajadores extranjeros», dijo.

Ahora, después de los tweets del mandatario, que personalidades del mundo político tildaron de «racistas», algunos de los residentes del pueblo manifestaron que Trump «no es bienvenido» y que incluso su vínculo distante con la ciudad es una fuente de vergüenza.

La dueña de una hostería local, que habló anónimamente, comentó que no esperaba que Trump viniera a Kallstadt. «Es triste que este hombre tenga sus orígenes aquí», sostuvo. Y agregó: «Casi me avergüenza personalmente».