No hay sostenibilidad epidemiológica sin participación popular

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Entre el 65 y el 67 % de los focos del vector se ubican en los depósitos de agua de las viviendas.

«Todas las regiones del país presentan niveles de infestación del mosquito Aedes aegypti, siendo la focalidad más elevada en 36 municipios, incluyendo todos los de la capital, las cabeceras provinciales, y otros territorios de importancia»

Por Lisandra Fariñas Acosta

«Todas las regiones del país presentan niveles de infestación del mosquito Aedes aegypti, siendo la focalidad más elevada en 36 municipios, incluyendo todos los de la capital, las cabeceras provinciales, y otros territorios de importancia».

Así destacó a la prensa la doctora Carilda Peña García, directora de Vigilancia y Lucha antivectorial del Ministerio de Salud Pública (Minsap), quien enfatizó en la importancia de las medidas de control para eliminar los criaderos de este peligroso vector, agente transmisor de los virus del dengue, chikungunya, zika y fiebre amarilla.

Hasta el 13 de septiembre, la Organización Panamericana de la Salud había reportado en la región de las Américas 2 millones 384 029 casos del virus Dengue, lo que dibuja un complejo escenario relacionado con el incremento de la presencia del mosquito.

En Cuba, apuntó el doctor Francisco Durán, director Nacional de Epidemiología del Minsap, tenemos y hemos tenido casos de dengue, virus que ha sostenido su presencia en el escenario internacional. «Desde hace tres años no se reportan casos de chikungunya y desde finales del primer semestre de 2018 no hay transmisión de zika. Los últimos registros de fiebre amarilla en el país son del año 1909», dijo.

Respecto al Dengue, Durán señaló que existen cuatro serotipos, todos los cuales en los últimos años se han mantenido circulando en la región. En Cuba –refirió– la mayor parte de los casos reportados han mostrado un predominio del serotipo número dos, el cual tiene mayor tendencia a que los cuadros clínicos sean un poco más severos y requieran de hospitalización, aunque se han detectado algunos casos de serotipo número uno.

De ahí la insistencia de las autoridades del Minsap en acudir a los servicios de salud ante síntomas y signos de alarma, pues aunque solo se trate de fiebre, malestar y rash cutáneo, pueden existir otras complicaciones más graves.

De acuerdo con Peña García este es un vector con una gran capacidad de resistencia y adaptación extraordinaria al medio, y las condiciones entomológicas hoy favorecen que su ciclo de reproducción se acorte. «Las acciones de control no son efectivas si dentro de los depósitos de agua de las viviendas, que acumulan entre el 65 y el 67 % de los focos, no se logra eliminar los criaderos».

«Si no somos capaces de cerrar las viviendas los 45 minutos necesarios para que el tratamiento adulticida o fumigación –que se realiza hoy de manera intensiva en las áreas de mayor riesgo– sea efectivo; si continúan existiendo depósitos inaccesibles para los operarios, por lo general grandes focos de mosquitos; si la población no abre las puertas al operario de la campaña cuando vaya a hacer el tratamiento focal y le exige una inspección detallada, las acciones no son sostenibles para la eliminación del Aedes aegypti», dijo la directiva.

«Los centros de trabajo siguen siendo un factor detonante. No es despreciable el número de instituciones positivas al vector, y los trabajadores pasan la mayor parte del día en estos espacios», apuntó.

La etapa intensiva de la campaña –para la cual, insistieron ambos funcionarios están garantizados todos los recursos– concluye este 5 de octubre. Sin embargo, las acciones de vigilancia y control del vector, por la población y organismos involucrados, no pueden detenerse. «Mantener la estabilidad epidemiológica es fundamental», añadió Carilda Peña.