Por Juan Cruz Triffolio
Por su profundidad en sus planteamientos profesionales, la originalidad, la sonoridad y la picardía de sus décimas, el doctor Jimmy Barranco Ventura realiza con su interesante obra Espinelas sin Espinal una valiosa contribución a la nutriología dominicana.
Se trata de una cautivadora publicación, escrita con palabras llanas y sencillas, dirigida, fundamentalmente, a todo aquel que desea mejorar y superar sus hábitos alimentarios, al tiempo que es capaz de satisfacer las elucubraciones frecuentes de los acuciosos especialistas del área de la nutrición humana.
Con sus rítmicas y graciosas décimas, con una estructura de difícil ejecución, el doctor Barranco Ventura nos llevar evocar El Gran Cantor del Yaque, Juan Antonio Alix, presentándonos una especie de “auscultación médica, sin dejar de lado una manera diferente de exponer la receta”, tal como atinadamente lo expresa el literato y poeta Ramón Saba, en la parte introductoria de la referida obra.
Haciendo gala de sus productivos años en el ejercicio del magisterio y su sólida experiencia en el campo de la salud, el distinguido hijo de Navarrete, calificado por la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica como “El Padre de la Nutriología Dominicana”, además de mostrar un magistral dominio al momento de cultivar el género poético del maestro español Vicente Espinel, utiliza como mecanismo de evaluación del lector, sobre cada uno los temas tratados en su seductora obra, un singular nutrímetro resultado de la inventiva del acucioso y reputado galeno, estableciendo más adelante las respuestas correctas.
No conforme con lo anterior, el doctor Jimmy Barranco Ventura, como colofón de sus aportaciones, exhibiendo una capacidad de síntesis extraordinaria y un dominio privilegiado del conocimiento científico, presenta un útil y edificante glosario donde se tratan aquellas expresiones y conceptos que, por diversas razones, despertaron curiosidad o simplemente, no son del manejo preciso por parte del lector.
Es allí donde de manera precisa y hasta jocosa donde podríamos conocer para que sirve, real y efectivamente, “la marifinga”, si en realidad “sube o baja la Bilirrubina”, si puede ser considerado “el Mondongo” como un plato alimenticio, si son “las espinacas” una fuente energetizante y de poder como lo refleja Popeye, si es un “Quilo” igual a un Kilo, y porque o no, es importante o no, ingerir “agua alcalina” y qué tipo de leche tomar, entre otras inquietudes no menos trascendentes al momento cocinar o colocarnos frente a la mesa.
Pega en el blanco el doctor Jimmy Barranco Ventura cuando, sin exageración alguna y en justicia considera que Las Espinelas sin Espinas son auténticos versos para alimentar el cuerpo… nutrir el espíritu… y alimentar el alma.
Es una exquisita obra poético-científica para la consulta cotidiana que debe ocupar un lugar exclusivo en nuestra mesita de noche como fuente de conocimientos ineludibles para garantizar la sana alimentación y la salud individual y familiar.
Disfrutarla y compartirla es una razón imperiosa … No hay dudas..!!