Por Roberto Veras
La República Dominicana señala con orgullo sus numerosas libertades, provistas o interpretadas, otorgadas por nuestra Constitución.
Uno de estos derechos, que a menudo dicta y determina, con qué eficacia, nuestros ciudadanos alardean del derecho que tenemos de elegir nuestras autoridades en el ejercicio de votación.
Elegimos a muchos funcionarios públicos, sin embargo en la mayoría de las elecciones, los electores que hacen acto de presencia en las mesas electorales son menos de la mitad.
Ya sea debido a la apatía, la creencia de que no les importa quien gane, es importante saber y reconocer que todos los posibles funcionarios públicos elegidos, no van a su cargo para servirle a los demás y siempre acaban enriquecido, ellos y sus familiares cercanos.
En la mayoría de los casos, estos individuos se dividen en cuatro categorías básicas: verdadero líder, retórica, promesas vacías, quejas y buscadores de culpa.
Con eso en mente, este artículo intentará revisar, considerar y discutir las diferencias y por qué deberíamos prestar mucha más atención en las escogencias de los funcionarios.
Verdadero líder: raramente, son nuestros funcionarios electos, los verdaderos líderes podríamos contarlo, probablemente, con una mano, cuántos hemos elegido en las elecciones reciente.
La mayoría de los votantes ignoran las necesidades básicas humanas, pero, a menudo, votan por candidatos, que les dicen lo que quieren escuchar. Pueden atraer a sus principales partidarios, pero no sirven a la mayoría de los demás.
Si tan solo, escucháramos las sabias palabras, NO ME ENGAÑARÁN NUEVAMENTE ¡todos nos beneficiaríamos! hoy, más que nunca, en la memoria reciente, cuando los dominicanos parecemos más divididos, que en muchas generaciones, ¡un verdadero líder, en lugar de engañarnos, nos traza el mejor camino.
Retórica y promesas vacías: Debido a que funcionó en el pasado, demasiados políticos basan sus campañas en retórica popular y hacen promesas vacías. Aunque a largo plazo, simplemente se centran en su agenda personal y en sus propios intereses, en lugar de transformarse en estadistas, una vez elegidos, ¡Es por ello que República Dominicana sufre!
Necesitamos funcionarios públicos que busquen y se enfoquen en lograr puntos en común, para el beneficio de la mayoría de nosotros, en lugar de polarizar a los ciudadanos con su retórica.
República Dominicana merece un mejor liderazgo y, para recibir esto, los votantes deben prestar más atención y enfocarse en temas relevantes y sostenibles, en lugar de los populistas. Despierten votantes dominicanos.