Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Dolores Morgan, su hijo, Ted Connors y el cómplice de ambos José R. Carrero, fueron acusados el miércoles en el Tribunal Superior del condado Monmouth en Nueva Jersey por los asesinatos de la hija de la acusada, de padre dominicano Ana Mejía Jiménez y a su esposo Nicholas Conner, después que los dos primeros fueron detenidos en Florida y extraditados la semana pasada al estado jardín.
Los crímenes fueron perpetrados en el pueblo costero de Long Branch, donde vivían las víctimas.
Vistiendo los uniformes de presos criminales peligrosos y violentos, los tres imputados, fueron instruidos de cargos por asesinatos en primer grado y posesión criminal de armas.
De resultar culpables, el trío enfrenta condenas de cadenas perpetuas para cada uno.
Durante 25 años en Nueva Jersey, los asesinatos estuvieron en la Unidad de Casos Fríos de la policía, y sin resolverse, dijeron los fiscales ayer jueves.
El miércoles, un Gran Jurado del condado Monmouth acusó a Morgan, de 66 años, y a su hijo Ted de 47, de dos cargos separados de asesinato en primer grado en relación con las muertes de las víctimas, dijo el fiscal del condado Monmouth, Christopher J. Gramiccioni en un comunicado.
Nicholas Connors no solo era el esposo de Morgan sino también el padre adoptivo de Ted Connors.
El cuerpo de Mejía, de 24 años, fue encontrado parcialmente desnudo en diciembre de 1994 en el apartamento que compartía con sus hijos pequeños y su novio.
Las autoridades dijeron previamente que Mejía, a quien también se conocía como Mejía Jiménez, había sido apuñalada 20 veces, y el atacante también le cortó la degolló, se creyó en principio que el matador, le untó a la muerta cocaína en la cara y le metió un poco de la droga dentro de la nariz, pero el análisis del laboratorio de la policía mostró que se trató de leche en polvo de la que ella les daba a sus hijos pequeños, que estaban en el apartamento, pero no fueron tocado por el presunto asesino.
Seis meses después del asesinato de Ana, en mayo de 1995, policías de Long Branch encontraron a Nicholas, de 51 años, asesinado en un sofá con múltiples heridas de balas en la cabeza.
Los fiscales alegan que fue asesinado por una póliza de seguro de vida que su esposa cobró después de su muerte.
Los fiscales dicen que el hijo llevó a cabo los asesinatos con la ayuda de su mejor amigo, que era Carrero.
Durante la audiencia de declaración de culpabilidad la semana pasada, Carrero admitió que conspiró con Ted y Morgan para matar a Mejía en represalia por lo que creían que eran sus contactos para supuestamente alertar a la policía sobre las actividades ilegales de su novio que según versiones era un narcotraficante en el área.
El abogado Jason Seidman, defensor de Morgan, dijo que ella es inocente en un comunicado enviado ayer jueves a los medios.
«Mi clienta mantiene su inocencia como lo ha hecho durante más de 25 años. Ella cooperó con las autoridades para tratar de ayudar a capturar al asesino o asesinos que le quitaron a su esposo y su hija”, alega el abogado.
“Ha esperado 25 años para que los responsables comparezcan ante la justicia,» dijo Seidman.
«Hay por lo menos ocho personas que tuvieron un mayor motivo o una mejor oportunidad para cometer estos asesinatos, incluyendo varios traficantes de drogas», añadió el defensor.