Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El Departamento del Consumidor de la ciudad (DCA), multó a 550 comerciantes dueños de negocios que expenden productos y servicios, aprovechándose de la crisis creada por el coronavirus para aumentar los precios de termómetros, guantes de látex, antifebriles, supresores de la tos, suplementos de óxido de zinc, toallas de papel, papel higiénico y pañuelos faciales, alcohol para frotar y el aloe vera, que se pueden combinar para crear desinfectantes para las manos, que se están usando en hogares, empresas e instituciones.
Las multas suman $275, 000 dólares.
Después de recibir mil quejas de igual cantidad de consumidores, oficiales del departamento, se tiraron en docenas de negocios en los que verificaron el agiotismo de los comerciantes y distribuidores, desde el 5 de marzo a la fecha.
Uno de los primeros agiotistas multado, es el ferretero Andrew Scheman, propietario de la ferretería “Scheman & Grant Hardware” en la calle 38 y Octava Avenida en Manhattan, donde estaba vendiendo el desinfectante “Purell” de 1,200 milímetros por $79 dólares, cuando el precio original es de $10 y en internet se vende en este momento por $59.
El agiotista alegó que el precio que puso al desinfectante se debe a que lo está comprando muy por encima de su precio nativo, a los suplidores.
«Ahora es el momento de unirnos, no aprovecharnos mutuamente para obtener ganancias, pero seguimos escuchando y viendo estantes vacíos y aumento de precios», dijo la comisionada del Departamento de Asuntos del Consumidor, Lorelei Salas.
El lunes, el alcalde Bill de Blasio agregó varios artículos más a la lista de suministros que no se pueden vender por más del 10% de su valor regular. Las multas son de $500 por artículo de servicio.
Las reglas de aumento de precios están vigentes durante los próximos 60 días y se pueden extender.
Las víctimas del agiotismo deben guardar sus recibos y presentar una queja visitando la página web nyc.gov/dcwp o llamando al 311.
Los inspectores del departamento también están visitando las tiendas.
Para oponerse a las multas, los comerciantes tienen que proporcionar pruebas de si pagaron un aumento comparable al de los proveedores, o asistir a una audiencia donde un juez de la ciudad determinará el monto de la multa final, según la portavoz del DCA, Melissa Barosy.