Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Cientos de presos por condenados por delitos menores, y otros, a la espera de sentencias y juicios, serán liberados esta semana de la cárcel de Rikers Island en Queens, que es la más poblada de la ciudad y una de las prisiones municipales con mayor cantidad de reos en el mundo estimada de diez mil internos y serán beneficiados aquellos que sean más vulnerables al contagio del coronavirus.
La prisión que en su letrero frontal tiene el lema de “Home of New York City´s Boldest” (Hogar de los Peores Neoyorquinos), está ubicada en alta mar, en la isla de Rikers en Queens y aunque no es de máxima seguridad, el escape es casi imposible por su ubicación.
El alcalde Bill de Blasio y el comisionado del Departamento de Correcciones, dijeron ayer miércoles que la liberación de los reclusos con mayores posibilidades de ser contagiados con el virus letal, podrían comenzar a salir de las ergástulas en las próximas 48 horas.
«En las próximas 48 horas, identificaremos a los reclusos que necesitan ser sacados por sus propias condiciones de salud, si tienen alguna condición preexistente o porque están sentenciados por cargos menores y creemos que es apropiado traerlos en este contexto», dijo de Blasio en la radio estación WCBS ayer miércoles en la noche.
«Dicho esto, todavía necesitamos que nuestro sistema de justicia penal funcione», agregó.
El anuncio se produce cuando un oficial de corrección y un recluso dieron positivo al coronavirus en pruebas que se les hicieron ayer por el día.
La Asociación Benevolente de Oficiales de Corrección ha pedido mayor cantidad de máscaras para proteger a sus miembros y que todos los presos nuevos sean alojados en cárceles fuera de Rikers Island en medio de la pandemia.
Algunos funcionarios de la ciudad, incluido el Defensor del Pueblo, Jumaane Williams, han presionado para que la ciudad comience a liberar a los prisioneros que tienen más de 50 años de edad y que representan un riesgo bajo de reincidencia.
La Junta de Corrección de la ciudad, que supervisa las cárceles, dijo en un comunicado el martes que Nueva York debe seguir el ejemplo de las autoridades de Los Ángeles y Ohio, que ya han comenzado a liberar a los reclusos para tratar de evitar la propagación del contagio mortal.
Eso incluiría no sólo a los sospechosos en espera de juicio, sino también a los presos que cumplen condenas de menos de un año.
«La ciudad debe comenzar este proceso ahora», dijo.
«Las cárceles de la ciudad tienen desafíos particulares para prevenir la transmisión de enfermedades en un día normal y aún más durante una crisis de salud pública», añadió Williams.