Adriano Espaillat y otros congresistas  piden aprobar moratoria de 90 días para evitar desalojos a comerciantes por  crisis de coronavirus

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Por Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El congresista dominicano en la Cámara de Representantes Adriano Espaillat, representante del distrito 13 en Nueva York, y sus colegas de hemiciclo, Eliot L. Engel José E. Serrano, Jerrold Nadler,  Hakeem Jeffries Carolyn B. Maloney Nydia M. Velázquez, Yvette D. Clarke, Grace Meng, Alexandria Ocasio Cortez, Gregory W. Meeks y Max Rose, pidieron al gobernador Andrew Cuomo y a los líderes del senado y la asamblea (diputados) del estado, aprobar una moratoria de 90 días, para evitar que en medio de la crisis de salud pública por los estragos del coronavirus, los propietarios de locales, puedan desalojar a los pequeños y medianos comerciantes que les rentan los espacios.

En una carta, firmada por el grupo de representantes de diferentes distritos en el congreso de Estados Unidos, enviada al gobernador, a la lideresa de la mayoría demócrata en el senado estatal Andrea Stewart Cousins y al líder de los asambleístas en mayoría, Carl E. Heastie, se les pide aprobar y promulgar la moratoria de los tres meses prohibiendo a los propietarios desalojar a los comerciantes  de locales comerciales que tienen rentados y por cuyos alquileres pagan millares de dólares al mes,  en onerosos contratos de arrendamientos.

Entre los negocios figuran restaurantes, bares, bodegas y otras empresas que no pueden hacer un pago de alquiler completo y puntual debido al cumplimiento de las órdenes ejecutivas en respuesta al nuevo coronavirus  COVID-19.

Espaillat dijo que él y sus colegas desarrollan el esfuerzo para proteger a los pequeños y medianos comerciantes de desalojos, por eventuales falta de pagos completos debido a las grandes pérdidas que están sufriendo por el coronavirus.

En la misiva, los congresistas explican al gobernador y los líderes legislativos estatales, la situación global por la que atraviesa el sector, cuyos negocios mayoritariamente son propiedad de dominicanos y dominicanas, y operan en las comunidades más marginadas de la ciudad.