Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ En lo que la policía describió como un intento de suicidio, el hispano Ricardo Cardona de 55 años de edad, de quien se dijo es un guardia de seguridad con sobrepeso y diabético, interceptó a policías en la avenida Grand Concourse de El Bronx, armado de un revólver y un cuchillo, gritándoles: “¡soy positivo, tengo el maldito coronavirus, mátenme!”, caminando hacia los patrulleros quienes le gritaron varias veces que soltara las armas.
Pero Cardona, en vez de obedecer, seguía avanzando y los agentes le dispararon nueve balazos, impactándolo con dos tiros, por lo que fue llevado grave a un hospital de ese condado.
Testigos dijeron que el hombre, parecía enloquecido y estaba totalmente fuera de control, desesperado y perturbado, buscando que los policías lo mataran.
Cardona, recibió el resultado de la prueba de la pandemia y ayer miércoles en la mañana, decidió morir, pero falló en el intento y ahora, enfrenta varios cargos criminales.
«El intentaba suicidarse con un policía», dijo el jefe del Departamento de Policía (NYPD), Patrick Moynihan hablando en teleconferencia con los medios desde su oficina.
«Le dijo a la policía que ayer había dado positivo por el virus», dijo un portavoz del NYPD sobre el suicida.
«Llamó al 911 él mismo. Parece que esperaba que los policías le dispararan, eso fue el punto de su confrontación», agregó el portavoz.
Además de Cardona, otras dos personas llamaron al 911 antes de las 4: 00 de la madrugada informando que un hombre con un cuchillo estaba afuera de un restaurante cerrado de la cadena Dunkin Donuts en la intersección de las avenidas Westchester y Zarega en el área de Westchester Square.
Los oficiales que respondieron encontraron a Cardona armado, con un largo cuchillo de combate estilo Rambo y un revólver n negro modelo antiguo de pólvora y cañón largo, dijo la policía.
«Le dispararon allí mismo», dijo un trabajador de la construcción de 34 años, que fue testigo de las secuelas desde su ventana. Cardona yacía sangrando en la acera, dijo el testigo.
«Su cuerpo estaba en la rejilla de la alcantarilla y su cabeza en el pavimento», añadió el testigo. “Estaba en el suelo gimiendo. Todavía sostenía su arma».
La sobrina de Cardona, Gabriella Márquez, confirmó que su tío dio positivo por coronavirus el martes. El guardia de seguridad ya sufría de diabetes y temía lo peor, añadió la sobrina.
Márquez, de 25 años, no sabía que Cardona fue baleado por la policía hasta que ella y su hermana se presentaron fueron a su apartamento y vieron a la policía afuera.
«No hemos tenido noticias suyas, y con su diagnóstico estábamos preocupadas», dijo Márquez. «Estábamos preocupadas de que algo sucediera».
Cardona padecía síntomas de COVID-19 durante varios días cuando fue al campus de Westchester Square del hospital Montefiore, pero fue enviado a la casa, dijeron familiares. Cuando sus síntomas no desaparecieron, regresó al hospital el martes y le diagnosticaron el virus.
«Estaba molesto», dijo Márquez. “Era de alto riesgo. El tiene problemas. Tiene diabetes».
Un portavoz de la policía de Nueva York dijo que cuando los oficiales del cuartel 45 llegaron a la escena, Cardona avanzó hacia ellos con una pistola.
“Le gritaron varias veces ¡suelta el cuchillo!, ¡suelta el arma! y ¡no te muevas! pero ignoró esto y recibió un disparo», dijo el portavoz.
Un segundo testigo, confirmó que la policía había gritado a Cardona que dejara caer su arma antes de dispararle tres tiros.
Le repitieron la orden antes de dispararle varias veces de nuevo.
Cardona fue baleado en la cadera y la espalda. Los policías dispararon un total de nueve disparos, dijeron las autoridades.
Los paramédicos lo llevaron al Centro Médico Jacobi, donde estaba estable ayer miércoles en la la tarde.