Maestra dominicana es primera educadora que muere por coronavirus en Nueva York

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Sandra Santos Vizcaíno

Por Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ La maestra dominicana Sandra Santos Vizcaíno, quien murió el martes 31 de marzo víctima del coronavirus es la primera educadora que muere a causa de la pandemia en la ciudad, donde llevaba 25 años educando a cientos de estudiantes en escuelas públicas.

No fue hasta el lunes de esta semana que se dio a conocer la noticia oficial de su fallecimiento.

Tenía 54 años de edad, era casada y dejó dos hijos, un varón y una hembra.

El alcalde Bill de Blasio, el Departamento de Educación, colegas educadores y estudiantes, reaccionaron destrozados por el anuncio de la muerte de la profesora dominicana, una devota de la Virgen de La Altagracia y activista de varias causas sociales.

Hasta la hora de su muerte trabajaba en la Escuela Pública Sarah Smith Garnet (PS 09) en el vecindario de Prospect Heitghs en Brooklyn, donde era muy apreciada por sus alumnos y los padres.

Era profesora de tercer grado y es descrita como una maestra generosa y talentosa, que apoyó incondicionalmente a todos estudiantes.

Era esposa del señor Bienvenido Vizcaíno (Bienvenido) con el que procreó a sus dos hijos, Víctor y Viviana, quienes también han sobresalido como estudiantes de excelencia en sus escuelas secundarias y universidades.

La fallecida, que fue miembro de la Asociación de Supervisores y Administradores de Educación en la República Dominicana, fue reconocida en 2016 por el Ministerio de Educación, con una placa en mérito a su liderazgo educativo que le entregó en su despacho el entonces ministro doctor Carlos Amarante Baret.

En 2014, fue también galardonada como Maestra del Año en Nueva York, y se le consideraba una de las educadoras más entregadas y dedicada del sistema educativo de Nueva York.

Estaba construyendo la casa de sus sueños en la República Dominicana donde planeaba retirarse con su esposo.

La directora de la escuela, Fatimah Ali, envió un mensaje al personal, los estudiantes y los padres, calificando como una tragedia la muerte de la educadora dominicana, añadiendo que toda la comunidad educativa de Nueva York, está devastada.