Dos campañas políticas muy difíciles

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Carlos McCoy

POR CARLOS MCCOY 

Hay jefes de campaña de una candidatura presidencial, que, como dice el pueblo “Comen con su dama”. Esto, porque tienen un candidato sumamente potable, un programa de gobierno simple y a todas luces realizable, además, apoyado en una extraordinaria gestión gubernamental de su mentor.

Con todos estos factores a su favor, el equipo de campaña no tiene que inventar ni hacer malabares para posicionar su representado.

Ese es el caso del Licenciado Gonzalo Castillo Terrero.

¿Pueden los otros directores de campaña de los demás candidatos decir lo mismo?

Vamos a hacer un pequeño análisis para determinar cuál es la situación de estos.

Con el aspirante del antiguo Partido de los Trabajadores Dominicanos, hoy, Fuerza del Pueblo. Doctor Leonel Fernández, seremos muy breves.  Es sumamente difícil para un jefe de campaña, vender un candidato que ha sido presidente 12 años, que se entregó a los brazos del Neoliberalismo, privatizando casi todas las empresas del estado, incluyendo algo tan delicado y estratégico, como es el Sistema Energético Nacional y parte de lo que era, en ese momento, una de las bases de la economía dominicana, como las Centrales Azucareras Nacionales.

Está acción, tuvo como consecuencias, que la mayoría de esas empresas desaparecieran y con ellas su generación de empleos para los dominicanos.

Este candidato no puede enarbolar la bandera de la anticorrupción pues, todavía hoy, casi 8 años después de su salida del poder, hay funcionarios de su gestión, enfrentados a la justicia dominicana, bajo acusaciones de “indelicadezas”.

En consecuencias, lo único que se le ocurre decir a sus promotores, es que los actuales incumbentes del Palacio Nacional, es para afuera que van, pero sin ofrecer alternativas.

Con el otro aspirante no hay mucha diferencia. Perdió como candidato vicepresidencial en el año 2012 y como candidato presidencial en el 2016, esta última, con un margen de 61% a 35%, pero todavía hoy, no ha tenido el decoro, no solo de felicitar a su oponente, como se estila, sino que, a pesar de la gran diferencia de votos, sigue alegando fraude.

Hay temas que se utilizan en una campaña como es, por ejemplo, la economía, el turismo, la educación, etc. Que a este candidato le está vedado tratar.

Pues, ¿Cómo puede Luis Abinader hablar de economía y de turismo, si es un economista que no supo manejar un hotel y lo quebró?

Con el agravante de que este complejo hotelero estaba situado en el primer polo turístico del país como lo es Puerto Plata y que sigue siendo uno de los puntos turísticos más importante de nuestra nación.

De educación el Licenciado Abinader no puede ni ha querido hablar, pues es casi imposible justificar que, siendo el dueño y miembro del consejo directivo de una universidad nacional como la O & M, haya estudiado en INTEC, otra universidad de nuestro país.

¿Cómo confiar la educación de nuestros jóvenes, en un candidato que ni siquiera estudia en su propio centro educativo?

No puede ser muy buena la comida, cuando el dueño de la fonda acostumbra a almorzar en la fonda del frente.

El Licenciado Abinader tampoco tiene propuestas originales.  Tanto es así, que lo escuchamos diciendo que va a implementar “Las instancias Infantiles”.

Licenciado, por lo menos tenga la delicadeza de cambiarle el nombre a esa proposición.  Pudieran acusarlo de plagio.