POR RAQUEL DEMORIZI
Cuando se unen dos personas para convivir en pareja se están embargando en uno de los proyectos más importantes de la vida, y aunque seremos dos podemos tener aficiones, preferencias, actividades de manera individual pero las mismas requerirán del apoyo y comprensión del compañero.
Si estas actividades son para beneficio y crecimiento como personas, ambos serán beneficiados pues el crecimiento individual redundara en crecimiento de la pareja como tal.
Esto lo comprobaremos cuando esa actividad se desarrolle sin restar calidad al rol que desempeñamos como equipo, además, si produce beneficio a nuestra salud física y mental y si no afecta la estabilidad emocional y económica quiere decir que el desempeño como pareja va viento en popa.
Cuando dos personas se unen son diferentes en todos los aspectos por tanto no cometa el error de pensar que usted le cambiara su forma de ser.
Para bien de la sana convivencia aceptemonos tal y como somos con nuestras virtudes y defectos, con nuestras luces y sombras, ya que ambos tenemos imperfecciones.
La vida de pareja es inversión de sentimientos, emociones, tiempo y espacio, cuando lo decidimos vamos llenos de ideas, expectativas y esperanzas, pero si estas no se han hecho realidad como esperamos puede que la relación se tambalee por lo que hay que aprender a llegar a acuerdos.
Dialoguen, escúchense sin interrumpir, céntrense en descubrir el punto común que facilite un acuerdo y comprométanse a trabajar en ello.
Es importante también que su vida sexual sea enriquecida ya que es un lenguaje que debemos aprender a expresar, descubrir nuestros gustos, preferencias, límites.
Bese, abrace, use palabras cariñosas, recurra a los detalles no solo en la cama sino durante el día a día, nunca use la relación sexual como método de castigo negándose cuando surge un desacuerdo.
Finalmente, no permita la intervención de familiares ni amigos, muchas opiniones obstaculizan. Aparte un tiempo para divertirse como pareja y otro tiempo para divertirse con la familia o amigos.
Nunca se critiquen uno al otro con los demás pues abrirá puertas a que se involucren en sus vidas.
Es oportuno mencionar una frase de Henri Frederic Amiel que dice el respeto mutuo implica la discreción y la reserva hasta en la ternura y el cuidado de salvaguardar la mayor parte posible de libertad de aquellos con quienes se convive.
