POR RAQUEL DEMORIZI
Entre los trastornos del habla que puede enfrentar un niño tenemos uno conocido bajo el término Dislalia el cual tiene que ver con la pronunciación de varios o de un solo fonema.
Esta palabra se deriva del griego dys que significa dificultad y lalein que quiere decir habla, en este trastorno se da una ausencia o alteración de algunos sonidos o la sustitución de estos por otros lo que quiere decir que la dislalia no es más que la incapacidad para pronunciar correctamente ciertos fonemas y en consecuencia palabras alteradas o distorsionadas pronunciadas por el niño.
Si usted nota que no entiende con claridad el lenguaje de su niño, o no habla o habla poco en edad que ya debe tener un vocabulario amplio, o sustituye un sonido por otro, no puede articular sonidos, presenta problema con la lecto escritura, vocabulario escaso para su edad etc., puede estar ante la presencia de una dislalia.
Este trastorno como hemos visto ligeramente hasta ahora puede deberse a varias causas, pero es precisamente esa causa especifica que determinara el tipo de dislalia que el niño presente, sea cual sea el caso trátelo lo más pronto posible, para conseguir su rehabilitación y el niño no sea afectado en su proceso de aprendizaje.
Antes de iniciar la terapia debe realizarse una amplia evaluación para determinar el tipo y grado de dificultad que el paciente presente. Parte de a terapia consiste en la realización de ejercicios para ejercitar la musculatura utilizada en la producción de sonidos, el uso de la respiración, el ritmo de la pronunciación y la expresión. En caso de que su origen sea por una malformación es posible entonces que requiera intervención quirúrgica para corregirla.
Cuando un caso de estos se presenta en la familia no opine que se debe a algún antecedente familiar y que con el tiempo desaparecerá el problema, pues esta creencia es un error ya que es precisamente por medio de observar a nuestros niños que detectamos cualquier problemática que puede estar surgiendo y si algo no encaja entonces buscar opinión de un profesional y seguir las pautas trazadas con tiempo para obtener buen resultado.
Los padres deben ser asesorados y el niño tratado por un terapeuta del lenguaje, quien es la persona indicada para ayudarle a superar el problema. La intervención terapéutica debe ser específica, individual y personalizada siendo ideal que el tratamiento esté avanzado antes del niño ser incorporado a un programa escolar para evitar dificultades de la lectura.
Si se siente desorientado al notar algo relacionado con este problema en su niño puede acudir en nuestro país en busca de ayuda y apoyo a cualquier terapista del lenguaje, al hospital infantil Dr., Robert Reid Cabral o a la Asociación Dominicana de Rehabilitación donde ofrecen terapias y servicios para esta situación.