Hemos escuchado decir »no pierdas las esperanzas porque los milagros ocurren todos los días», pero sucede que esas palabras no alientan cuando la vida parece un caos, sin causa ni razón para avanzar, y entonces observamos los que conviven a nuestro lado, pensando que ellos no merecen a causa de nuestro desánimo perder sus esperanzas.
La esperanza es como una hélice que al girar nos trasmite la energía necesaria para luchar cuando creemos que todo termina, estimulándonos a continuar en las horas de trance, empujándonos a ir tras nuestro objetivo y a resistir confiando que mañana será mejor. Fija tu esperanza sobre posibilidades, si la pones en lo material recuerda que lo material es pasajero y si la pones en el ser humano recuerda que el ser humano es imperfecto por tanto te puede fallar.
Parte de la letra de una conocida canción de Héctor Lavoe dice »nada dura para siempre, todo tiene su final, tenemos que recordar que no existe eternidad» y es una verdad.
Encuentra esperanza en los días más negros, pero concéntrate en los días claros, no te paralices dentro de esa oscuridad, avanza sin temor, no te detengas. sigue caminando.
La esperanza da fuerzas no desesperación. Si estas desanimado y has perdido la ilusión por la vida tomate una pastilla de esperanza y recobraras el aliento y te levantaras como el águila. Los eventos negativos nunca faltaran. Las rosas siempre tendrán espinas, pero no te enfoques en las espinas sino en su perfume. Para un pescador siempre habrá viento en contra y también días donde el viento estará a su favor.
El filósofo griego Aristóteles afirmaba que la esperanza es el sueño del hombre despierto, como una visión utópica de algo en un futuro cercano. pero sobre todo de tu capacidad y determinación para alcanzar tus propios sueños e ilusiones. No dejes de ir tras tus sueños.
Les dejo una frase de Tito Livio que dice »el sol no se ha puesto aun por última vez y el día de hoy es aún el día de hoy».