SANTO DOMINGO, RD.- El embajador de China en la República Dominicana, Zhang Run, dijo este miércoles que las relaciones entre ambas naciones serán «fructíferas» después de que el nuevo presidente del país caribeño, Luis Abinader, advirtió de que pondrá límites a las inversiones de la nación asiática.
Run visitó este miércoles la sede del Ejecutivo, donde se reunió con la vicepresidenta, Raquel Peña, un día después de que Abinader dijera que son bienvenidas todas las inversiones chinas «siempre que no sean en sectores estratégicos» que afecten a la «seguridad nacional».
Abinader, quien asumió el cargo el 16 de agosto, habló de las relaciones de su país con China y Estados Unidos en una entrevista con la cadena CNN.
En la entrevista, el gobernante dijo que la relación con Estados Unidos es «especial y tiene que ser especial» al recordar que más de 2 millones de dominicanos viven en ese país norteamericano que, además, es el principal socio comercial de la República Dominicana.
Respecto a China, señaló que «esas relaciones diplomáticas están presentes y se van a mantener», aunque puso como límite en las relaciones comerciales a las inversiones en sectores estratégicos de «seguridad nacional».
En declaraciones a periodistas, Run dijo apreciar «la reafirmación de la voluntad del nuevo Gobierno dominicano de desarrollar unas relaciones diplomáticas con China» que, confió, en que serán «de respeto muto y fructíferas».
«China es un país pacífico, respetuoso. Desarrollamos relaciones normales con 180 países (…) y en el caso de la República Dominicana no será la excepción», apuntó.
La República Dominicana y China establecieron relaciones el pasado 1 de mayo de 2018 y en noviembre de ese año el entonces presidente Danilo Medina visitó la nación asiática, donde se reunió con su colega Xi Jinping, inauguró la embajada dominicana y fue testigo de la firma de varios acuerdos de cooperación que abarcan sectores como el comercio.
El país caribeño decidió este año dar un giro en su política exterior al romper sus históricos lazos con Taiwán y establecer relaciones con China, país con el que ya registraba un intercambio comercial por importe de unos 2.000 millones de dólares.