Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ Sigue en coma en el Centro Médico Jacobi en El Bronx, el desabollador dominicano Juan Guzmán Gómez, de 54 años de edad, que fue víctima de un brutal ataque a trompadas por un afroamericano, cuando se dirigía a su iglesia cristiana para los estudios bíblicos que realiza en la congregación y en medio de una disputa entre los dos, después que el agresor se involucrara en una pelea con un grupo.
Guzmán Gómez, estaba esperando un transporte hacia la iglesia en la avenida Morris Park y la calle Van Nest, a las 7:20 de la mañana del 31 de agosto, y estuvo tres días sin que su familia supiera nada de él, pero en una intensa búsqueda lo ubicaron el nosocomio.
El video perturbador de una cámara de seguridad muestra el momento en que el afroamericano golpea brutalmente al dominicano, dejándolo con huesos fracturados en la cara y un sangrado cerebral.
Él y el sospechoso comenzaron a discutir y a lanzarse golpes, pero Guzmán Gómez fue noqueado por el sujeto quedando inconsciente en el pavimento.
El hombre golpeó varias veces a la víctima mientras estaba acorralado contra la pared de un edificio.
Antes del ataque, el sospechoso estaba luchando con otro grupo de personas, y luego centró su atención en Gómez, quien no tenía nada que ver con la disputa, pero simplemente estaba cerca, dijo la policía.
Gómez fue llevado de urgencia al Centro Médico Jacobi con traumatismo craneoencefálico severo, y sigue allí a más de una semana de la golpiza.
Horas antes, Gómez dejó un regalo para su hijo, un asistente del profesor de gimnasia Juan Guzmán, quien estaba celebrando su 28 cumpleaños.
«Me dijo que me amaba y le dije que hablaría con él más tarde», dijo Guzmán. «Me dijo que se estaba preparando para ir a la iglesia. Va a la clase de la iglesia y hace estudios bíblicos», le relató el hijo al periódico New York Post.
Después de eso, no volvió a hablar ni a oír nada de su padre durante cuatro días, sin tener idea de lo que pasó.
«Dejó mi regalo en mi casa y mi mamá me llamó el jueves para decir que estuvo desaparecido durante tres días», dijo Guzmán. «Inmediatamente, fuimos a su trabajo y ellos dijeron lo mismo. Me reuní con mi tío y mi primo y fuimos a su casa, y comencé a llamar a los hospitales. Lo encontramos en el hospital Jacobi», narró el hijo.
Gómez, que sufrió múltiples fracturas de cara, una fractura de mandíbula y sangrado cerebral interno, fue sometido a cirugías durante 10 horas el viernes último.
«Aún no ha abierto los ojos», dijo Guzmán. «Sigo hablando con él, diciéndole que todos estamos aquí, diciéndole que lo amamos. Mueve su rostro tanto como puede para hacernos saber que puede oírnos».
La hijastra de Gómez, Sabrina Rodríguez, de 17 años, dijo que su padrastro está mejor ahora, pero todavía es difícil para él hablar.
Enrique Jiménez, de 52 años, ex cuñado de Gómez, lo califica como un buen hombre.
«Es un trabajador, nunca se mete en problemas. A todo el mundo le cae bien, es una locura que esto le haya pasado”, agregó Jiménez.