Un no rotundo al aborto criminal

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Autor: Carlos Nina Gómez - Periodista

POR CARLOS NINA GOMEZ

A una joven, cuya edad ronda los 27 años, le di una categórica respuesta cuando me preguntó que si someterse a un aborto constituía un peligro para la salud de la mujer.

Esta fue mi respuesta: El aborto es un horrendo crimen. Quitarle la vida a una criatura que quiere llegar a este mundo ya ha sido calificado como “un crimen de lesa humanidad”.

Para darle más credibilidad a mi respuesta, agregué: Anótalo bien: El aborto es un crimen más criticado que los crímenes que se registran todos los días en el mundo.

Impedirle la vida a un ser humano que quiere nacer, que desea visitar este planeta Tierra hasta que el tiempo lo sepulte, también podríamos darle este otro calificativo: “Asesinato”.

Soy más específico… más gráfico. Por tal razón aquí les presento cómo define el vocablo crimen el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.

“Se consideran crímenes de lesa humanidad -o contra la humanidad- a aquellos delitos, especialmente atroces y de carácter inhumano, que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, cometidos para aplicar las políticas de un Estado o una organización”.

¿Qué diferencia hay entre un crimen, que por ejemplo un sicario cometa contra un inocente ciudadano y frenar el nacimiento de una criatura? Son dos crímenes que tuvieron el mismo propósito: Segar vidas.

El abordo es un crimen atroz, aunque sectores que se califican como de “avanzada social” y que proclaman un feminismo trasnochado, se empecinan en que el aborto debe ser despenalizado, que es lo mismo que decir que sea legalizado.

Monseñor Víctor Masalles echa por el piso a las llamadas “tres causales” que buscan que se le dé paso al aborto. Esta fue la reacción del respetado humanista: “Los abortos que se realizan en el país no caben en las tres causales, porque son clandestinos, no deseados y libres que buscan cubrir personas. Sabemos que vienen a presentar las causales por los presuntos abortos clandestinos, que sabemos que son abortos libres, no deseados, que no entran en los abortos donde está en peligro la madre, de si fue una violación o si la criatura es inviable para la vida. Sabemos muy bien eso”.

Advertencia: a quienes persisten en legalizar el criminal adefesio, que sepan que su maldad no pasará en el Congreso Nacional. ¡Los segmentos más sanos de la sociedad dominicana no lo van a permitir!