La jueza llevaba casi tres décadas en dicha instancia, y se convirtió en la segunda mujer de la historia que ocupaba un puesto en esta corte, después de dedicar su carrera a la defensa de las causas de las féminas y los derechos civiles.
La jueza del Tribunal Supremo de Estados Unidos Ruth Bader Ginsburg, murió hoy de cáncer a los 87 años de edad, a escasas semanas de las elecciones generales del 3 de noviembre.
En el comunicado que anunció su deceso, el jefe de esa corte, John Roberts, dijo que Estados Unidos perdió a una jurista de estatura histórica y todos los magistrados «hemos perdido a una compañera querida».
Hoy guardamos luto, pero tenemos confianza en que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como nosotros la conocimos, unacampeona de la justicia incansable y resuelta, añadió el magistrado.
Nominada por el presidente Bill Clinton en 1993, Ginsburg era la jueza de mayor edad de los nueve que conforman el Supremo.
La jueza llevaba casi tres décadas en dicha instancia, y se convirtió en la segunda mujer de la historia que ocupaba un puesto en esta corte, después de dedicar su carrera a la defensa de las causas de las féminas y los derechos civiles.
Antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 Bader Ginsburg, considerada la líder liberal del alto tribunal, calificó a Donald Trump de «farsante», lo que provocó que el magnate inmobiliario exigiera su dimisión y ella se vio obligada a retractarse de haber emitido ese criterio.
El Tribunal Supremo está integrado por nueve jueces con puestos vitalicios y actualmente cinco son considerados conservadores y cuatro liberales.
Expertos señalan la posibilidad de que a escasas semanas de las elecciones generales del 3 de noviembre, el presidente Trump nombre de inmediato al relevo de Ginsburg; el Senado también en una movida rápida podría confirmar la nominación y así los republicanos logran mantener una mayoría conservadora.
Cerca de una hora después de que un vocero del Tribunal Supremo confirmara el deceso de Ginsburg debido al cáncer pancreático que padecía, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, prometió que permitiría una votación en la Cámara Alta para avalar su posible relevo si Trump nomina otro magistrado para el puesto.
Sin embargo, el líder de la minoría demócrata senatorial, Charles Schumer, afirmó que el puesto que dejó vacante Ginsburg tras su muerte debe llenarse con un nombramiento del candidato de uno u otro partido que triunfe en las presidenciales de noviembre.
En términos prácticos, Trump ahora tiene la oportunidad de transformar la Corte Suprema de una frágil mayoría conservadora de 5-4 a una supermayoría dominante de 6-3, lo que podría tener implicaciones a largo plazo que afectarían la vida cotidiana del país, señala este viernes el diario The Hill.
Fuente: Prensa Latina
