Importancia del Juego en Todas las Edades

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POR RAQUEL DEMORIZI
 

En cualquier edad ya sea la niñez, infancia, adolescencia, adultez, el juego es importante y desempeña una función.  El juego es distracción, esparcimiento, diversión. Por lo que jugar desde que somos pequeñines nos permite descubrir, aprender, conocernos a nosotros mismos, y conocer a los demás, así como a interactuar.

Sigmund Freud el padre del psicoanálisis considera el juego como un medio para expresar las necesidades y satisfacerlas, liberando emociones reprimidas, expresar impulsos sociales no aceptados libremente. Freud vinculó el juego a la expresión de instintos, más concretamente, al del placer.
 
Para el psicoanalista Donald Winnicott, el juego es un fenómeno universal, una forma básica de vida, un modelo de comunicación y una actividad terapéutica.
AUTORA:  Lic. Raquel Demorizi – Psicóloga
 
Para Jean Piaget psicólogo, biólogo y epistemólogo el juego se caracteriza por la asimilación de los elementos de la realidad sin tener que aceptar las limitaciones de su adaptación.
 
De acuerdo a María Montessori educadora, psiquiatra y psicóloga el juego es el método a través del cual los niños aprenden acerca de su mundo, con el juego desarrollan las bases del aprendizaje y sentido de confianza, seguridad y amistad en su entorno.
 
Para el psicólogo Lev Semionavich Vygotsky, el juego es un instrumento y recurso sociocultural, un elemento impulsor del desarrollo mental del niño facilitando el desarrollo de las funciones superiores del entendimiento tal como la atención o memoria.
 
Hasta aquí podemos ver que hay diversas teorías sobre el juego y los estudiosos sobre este punto están de acuerdo en que el mismo favorece todas las áreas del aprendizaje como es el área: 
Sensorial »sentidos y percepción», 
Comunicación, »comprensión, expresión, socialización» 
Motricidad »motricidad fina y gruesa», 
Cognición »memoria, atención, procesamiento lógico», 
Habilidades Socioemocionales »resolución de conflictos». 
 
Hay padres que consideran sus hijos van a perder el tiempo jugando en la escuela, ese es un concepto errado, pero como no se les informa el sentido del juego, no tienen culpa de pensar así, por lo que reitero lo dicho en un artículo similar a este de que el niño aprende jugando
 
Jugar es la ocasión que tiene para entrar a un universo de conocimiento, y ese juego reclama su atención, para alcanzar pequeñas metas hasta llegar a las más grandes.
 
El juego en la adolescencia es necesario pues mejora el desarrollo emocional e intelectual pues juega importante papel en la formación de sinapsis cerebrales.
 
En la edad adulta el juego tiene igual importancia, entre sus beneficios tenemos que ayuda a conservar la memoria, retrasa la aparición de enfermedades que traen como consecuencia pérdida de memoria, y favorece la canalización de emociones. 
 
Jugar es determinante en la prevención de efectos negativos del envejecimiento. Estimula la comunicación, e interacción con los demás, y a memorizar, frena la pérdida de las capacidades motrices y cognitivas, divierte y entretiene.
 
Desde época remota el juego siempre ha existido, la historia narra según Heródoto primer historiador del mundo occidental que en el siglo v antes de Cristo se acudía al juego como medio de distraerse para superar una hambruna. 
 
El juego es una herramienta terapéutica para tratar la depresión, ansiedad, estrés. Nos enseña a manejar la frustración, la ira.  El juego es relajante, nos saca de la monotonía.
 
Jugar con los hijos aporta beneficios a nuestra relación con ellos. Nadie debe dejar de jugar mientras exista solo hay que ir adatando el juego a la edad, a nuestros gustos, preferencias e intereses.
 
Jugar solo se convierte en problema cuando eso sea lo único que importe necesitándolo más y más. Cuando hay pérdida de control sobre la conducta y no resiste el impulso de jugar, sintiendo gran tensión antes de jugar y mucho placer al jugar, entonces hay que considerar si se está desarrollando una conducta adictiva conocida como ludopatía. Es momento de parar de jugar y buscar alternativas antes de que sea un gran problema. 
 
»El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió al niño que vivía en él y que le hará mucha falta» –Pablo Neruda.