SANTO DOMINGO, RD.- La manifestación de protesta convocada por el pastor Carlos Peña, en la Plaza de la Bandera, el lunes pasado, resultó sui géneris.
Conforme a lo observado, ni sus feligreses respondieron al llamado.
Es innegable que, el expresivo predicador, por lo ocurrido tanto con sus aspiraciones presidenciales como lo acontecido en la Plaza, está llamado a revisarse.
Las cosas no lucen estar saliendo bien y en consecuencia, su liderazgo y capacidad de convocatoria, no parecen ser convincentes.
Así de simple…