POR RAQUEL DEMORIZI
Cada persona tiene un concepto distinto de lo que llamamos amistad. Podemos definirla como el afecto que surge entre dos o más personas basada en la solidaridad, sinceridad, amor, apoyo incondicional, compromiso. Las amistades varían en ideales, propósitos, duración, carácter, particularidad.
El psicólogo Carl Rogers definió la amistad como una relación afectiva basada en la comunicación, comprensión, apoyo mutuo, afecto y armonía entre sus miembros.
Hay amigos que han forjado una relación amistosa desde la infancia donde ni el tiempo, distancia ni circunstancias los ha alejado ni separado. Estos son amigos hasta la muerte y son poseedores de muchos recuerdos, anécdotas, momentos compartidos inolvidables.
Algunos tienen una conexión tan fuerte y especial que casi adivinan lo que le pasa uno al otro en cualquier situación pues están tan compenetrados que pueden sentir en carne propia su dolor o su alegría. Hay amigos de un momento y hay amigos por siempre y cada uno de ellos que llegan a nuestras vidas cumplen un propósito que nunca olvidaremos.
La amistad es tan importante probablemente porque somos personas sociables y necesitamos cohabitar con los que nos rodean, no nacimos para vivir solos ni aislados, por lo que de ahí nace la necesidad de tener con quien compartir y comunicarnos.
La amistad al igual que el amor, debemos cuidarla. Es sagrada, por tanto, debe evitarse conductas dañinas que puedan destruir este vínculo, como es el chisme, envidia, hipocresía, egoísmo, y mentiras lo cual donde predominen personas con estos sentimientos y actitudes el ambiente se torna pesado y molesto.
Un amigo es alguien que te valora y comparte los momentos de alegría, pero también dice aquí estoy cuando las tormentas llegan a nuestra vida. Son esos que tienen un nexo firme, fuerte, vigoroso y mucho cariño que cuando hay un compartir, el tiempo es poco, para traer al momento todo lo vivido juntos y unidos, pues esos recuerdos son alimentos para el alma.
Asiduamente nuestro centro amistoso se amplía con nuevos amigos que comparten nuestro punto de vista, proyectos, ideales, aspiraciones, objetivos, creencias, y sin importar sus edades nos nutrimos de sus lecciones de vida y experiencias.
Como somos personas diferentes, con educación, creencia, personalidad, diferente, hay que cultivar la aceptación de unos a otros con nuestras sombras y luces, debilidades y fortalezas.
Es natural que entre amigos surja el enojo, discusiones y ofensas, pero cuando eso pase no dejen que el día finalice sin aclarar el hecho, y pedir perdón porque puede suceder que se coloque un muro de distancia que acabe con la amistad. Sean humildes.
Hay vínculos amistosos que llegan a ser más fuertes que el de los hermanos de sangre. Esta relación hay que cultivarla y fortalecerla mediante un trato constante y cercano, con el mismo sentir e interés. A la amistad no le pasa el tiempo.
Hay amigos que sin ellos la reunión esta apagada, porque son el alma del momento, hacen reír con sus graciosidades, con sus cámaras están al acecho captando todos los instantes jocosos, te dan ánimo cuando tienes tu alma triste, te consuelan, alientan, te extrañan, hay amigos que bien sabes que lo que les confíes nunca saldrá de sus labios, son fieles y discretos.
Científicos de la Universidad de Concordia que se encuentra en Montreal, provincia de Quebec, Canadá demostraron que tener amistades cercanas tiene un efecto positivo en nuestra autoestima y en los niveles de cortisol (la hormona del estrés). Tener amigos con los que poder contar y sentir su apoyo nos ayuda a sentirnos más seguros y protegidos.
No cabe duda de que los amigos curan. El ser escuchado por los amigos tiene un factor terapéutico a nivel emocional al hacernos sentir querido y aceptado, mejora nuestra salud y estado anímico. Además, el apoyo de los amigos ayuda a superar momentos difíciles como puede ser un duelo, una ruptura amorosa, pérdida de trabajo, a recuperarnos de una enfermedad, y a tomar decisiones. En cualquier etapa de la vida al reunirnos con ellos, y compartir cosas donde algunas nos hacen brotar lágrimas y otras reír es una sensación única para el espíritu.
Si deseas conservar tu amistad debes observar los siguientes aspectos.
-Respeto, no digas nada que puede ofender o lastimar.
-El silencio, hay que saber callar por el bien de todos, no todo lo que se piense puede decirse, aun tengas la razón.
-Aceptar a las personas como son.
-No imponer nuestros derechos, e ideas, los amigos tienen los suyos.
-Lealtad, No hablar mal de un amigo con otro amigo.
-Honestidad
-Sinceridad
-Confianza
-Comprensión
Dicen que la amistad es un tesoro así que, si tienes un buen amigo aplica lo que dijo Benjamín Franklin “Tómate tiempo en escoger un amigo, pero sé más lento aún en cambiarlo.” sin ignorar lo que dijo Napoleón:
“Nunca sabréis quiénes son vuestros amigos hasta que caigáis en desgracia.” también dicen que un hermano puede no ser siempre un amigo, pero un amigo puede ser siempre un hermano.
De la amistad como en el amor se han escrito varios poemas y canciones, y buscando encontré este poema con el cual quiero concluir que se titula Hermanos y amigos de Arjona Delia escritora y poeta argentina.
Los amigos son hermanos
que nosotros elegimos,
los que te ofrecen la mano
cuando te encuentras perdido.
Son las puertas que se te abren
y se juntan los caminos,
cuando estás necesitado
sus brazos son extendidos.
Suaves rayitos de sol,
que te dan calor y abrigo.
El amor se fortalece
¡cuando tienes un amigo!