Por Roberto Veras.-
Para un presidente es importante comunicar sus pensamientos a la nación, el presidente y sus seguidores pueden hablar mucho, pero lo que realmente importa es lo que hace. Sin hacer, hablar no significa nada.
Lo mismo ocurre con un religioso, podemos hablarles de Dios a la gente, pero lo que realmente importa es cómo actuamos y vivimos con nuestra creencia y nuestro estilo de vida, por eso repito, sin hacer, hablar no significa nada.
Si no hacemos lo que decimos, nuestras palabras son vacías y prácticamente sin sentido, lo antes dicho se aplica tanto a cualquier presidente como a cualquier religioso. Eres el presidente de la República Dominicana, seguro es un gran título, el trabajo más prestigioso de nuestro país, pero sin hacer, hablar no significa nada.
Nuestro presidente tienes un gran trabajo sobre sus hombros, uno que no desearía tener para mí en estos momentos de pandemia. ¿Qué tipo de personas tendrás a su alrededor para que les aconsejen cuando lo necesites? Lo que elija en esta área nos afectará a todos como nación, no solo a usted, señor presidente.
Nuestra nación depende de usted para tomar las decisiones correctas en su gabinete y en otros que lo asesoran. La economía va cuesta abajo, pero eso ya usted lo sabes, la evidencia está a su alrededor. Ha heredado un trabajo con muchas dificultades.
Nosotros, como gente sencilla del pueblo, lo sostendremos sin importar los errores involuntarios que usted pueda cometer, ese es nuestro deber y privilegio, apoyarlo de toda manera, aunque no estemos de acuerdo con sus acciones y políticas.
La economía es solo un síntoma del deslizamiento que nos está dejando el COVIS-19, pero si desea arreglar la economía y los otros problemas que enfrentamos, el campo debe ser una de sus principales prioridades, nuevamente repito mi letanía, sin hacer, hablar no significa nada.