Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ El congresista dominicano Adriano Espaillat agradeció al presidente Luis Abinader el apoyo a sus gestiones para agilizar la deportación de cinco dominicanas que estaban presas en la cárcel de la Policía de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el condado Irwin en Georgia y que fueron repatriadas el 20 de este octubre a la República Dominicana, entre las que figura Yenifer Moya López, de 25 años de edad.
Espaillat, quien junto a la congresista del distrito 14 en Queens Alexandria Ocasio Cortez y el congresista y el congresista Hank Johnson del distrito 04 en Georgia, envió una carta al director en funciones de ICE, Tony H. Pham, reiterando la exigencia de que el centro de detención sea cerrado de inmediato, dijo que después de una visita a esa cárcel, al salir de la instalación, su personal se puso en contacto con funcionarios del Gobierno de la República Dominicana para notificarles las cuentas compartidas conmigo, e inmediatamente iniciaron un proceso para repatriar a las nacionales dominicanas.
Explicó que a principios de la semana pasada, su oficina recibió la confirmación de que las cinco dominicanas habían sido repatriadas de manera segura a su país natal, la República Dominicana.
“Extiendo mi agradecimiento al presidente Abinader y su administración, así como a los innumerables defensores y abogados, por su colaboración en este esfuerzo”, agregó Espaillat.
«Si bien me siento aliviado de que mi oficina haya podido asegurar la liberación de estas mujeres del centro, sigo consternado de que esto haya tenido lugar en suelo estadounidense o requiera la intervención de un congresista estadounidense”, sostiene Espaillat.
Al referirse a un reportaje del periódico Los Ángeles Times sobre el trato que se da a las mujeres detenidas en Georgia, dijo que “el informe publicado por LA Times, reitera además los horribles relatos que salen de las instalaciones e ilustra cuán lejos se ha desviado Estados Unidos bajo el presidente Trump, quien ha aprovechado todas las oportunidades para deshumanizar a inmigrantes y refugiados en los últimos años”.
«Mi oficina se concentra en ayudar con la liberación de otras personas que han expresado su deseo de ser trasladadas de esta instalación o repatriadas a sus respectivos países de origen. Creo firmemente que este comportamiento no solo es despreciable y vil, sino también potencialmente criminal en naturaleza: el médico, su personal y los agentes del Gobierno que no actuaron deben rendir cuentas”, reclamó Espaillat.
«Continúo mi llamado para el cierre de la instalación de Irwin, y si queremos recuperar nuestro sentido de humanidad y descendencia, debemos cerrar esta instalación ahora», precisó.
Recordó que la visita de él y sus colegas congresistas a la cárcel de ICE, se produjo inmediatamente después de acusaciones profundamente inquietantes que sugerían que se estaban realizando procedimientos médicos invasivos que a mujeres detenidas en la instalación, a veces sin su consentimiento.
Relató que durante su visita de investigación, se puse en contacto con una mujer de nacionalidad dominicana que compartía tanto su deseo de ser repatriada como su genuina preocupación por la salud de varias de sus compañeras detenidas, que se estaba deteriorando por la falta de atención y las condiciones inhumanas y todas las detenidas que la mujer estaba defendiendo son también dominicanas.