Contra El Olvido: Primer Encuentro con el Merengue, 1978

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Por Dagoberto Tejeda Ortiz

El domingo, 15 de octubre de 1978, hace 42 años, fue celebrado en el Salón Anacaona, del Hotel Hispaniola, el Primer Encuentro con el Merengue, organizado por Gloria Guerrero Bonetti, dedicado al maestro Luis Alberti.  Estaban como invitados especiales: Luis Rivera, Casandra Damiron, Rafael Solano, Papa Molina, Josefina Miniño, Yaqui Núñez del Risco, Freddy Beras Goico, Cecilia Garcia, René Carrasco, Pedro Medrano Hinojosa, Mundito Espinal, Marcio Veloz Maggiolo, Jorge Taveras, Bienvenido Bustamante, Bienvenido Brens y Fello Ignacio. 

Como panelista participaron: Manuel Rueda, Johnny Ventura, Fradique  Lizardo Barinas, Juan José Ayuso y Dagoberto Tejeda Ortiz.  El discurso de apertura estuvo a cargo de Gloria Guerrero y la clausura fue realizada por Freddy Beras Goico.

Después de la eliminación de la dictadura Trujillista, el merengue tradicional acompasado, tranquilo, fresco, favorito del Jefe, comenzó a ser cuestionado ante la apertura a la música del mundo y a la invasión de una música norteamericana agitada, simbolizada por el “Rock and roll” y el “twist”, con figuras simbólicas  como Elvis Presley y Bill Halley, que impactaron con locura a la juventud urbana dominicana.                                              

Esto trajo como consecuencias, cuestionamientos en la interpretación del merengue ante nuevas propuestas provocadoras, estigmatizadas por algunos como profanaciones irrespectuosas  que desnaturalizaban al merengue vigente, apegado al modelo tradicional.

AUTOR: Dagoberto Tejeda Ortiz

En medio de esta atmósfera de cuestionamientos y radicalismo sobre las nuevas propuestas de rupturas, en el sentido de ser o no merengues, si se estaban desnaturalizando, si iban o no a desaparecer, fue el contexto para las discusiones en el Primer Encuentro con el Merengue.  

Era un momento de pasiones y de realizaciones en la búsqueda de consenso.  Como referencia había diversas propuestas,  como por ejemplo la de Convite,  grupo de Nueva Canción,  sobre el “Origen y Evolución del Merengue”, originalmente presentada en un Recital-Forum, dos años antes, en 1976, en Casa de Teatro.                                        

La primera ponencia del encuentro, fue responsabilidad del folklorista Fradique Lizardo Barinas, con el tema “Una Historia del Merengue”.  Fue una ponencia interesante, novedosa, provocadora, con diversos aportes y algunos comentarios polémicos por su franqueza,  desnudez y contradicciones.   El primer aporte de Fradique fue la de afirmar el origen africano de este ritmo y de este baile.  Se fundamentó en varios señalamientos como fue la llegada desde Curazao de miembros de la tribu Bara, de Madagascar, “que tienen un baile que se llama Merengue, que se va a diseminar desde Curazao por todo el Caribe”.  “De igual manera, llegaron miembros de tribus a nuestro territorio de lo que hoy es Dahomey, que tienen ritmos muy parecidos al nuestro”.

Para Fradique hay una fase de transición en el desarrollo del merengue de 1822 a 1844, durante la ocupación haitiana y luego, analiza al merengue folklórico de 1844 al 1918, donde señala la existencia de diversas modalidades de merengues, y este es su segundo aporte más importante.  Entre las variantes del merengue folklórico señala el merengue de atabales, el merengue de balsié, el merengue ocoeño, el Juan Gomero, el merengue redondo de Samaná, el merengue liniero o cibaeño y el pambiche

El tercer aporte de Fradique, es su descripción sobre los cambios en el desarrollo del merengue popular, cuando este merengue folklórico es llevado al pentagrama por músicos académicos y es orquestado, para aportar una nueva modalidad a este ritmo musical, destacando incluso, al “merengue de figura”, como un gran aporte de la folklorista, maestra, Edna Garrido.  Luego, al final, ofrece su versión personal sobre la desnaturalización del merengue, que comienza en el 1946, con el arreglo que realizó el maestro Pepín Ferrer sobre Compadre Pedro Juan, al querer internacionalizarlo en tiempo de pasodoble y terminó  su ponencia con una crítica provocadora a Casandra Damiron y al Grupo Convite. (Tema para otro artículo)

La segunda ponencia del encuentro, fue la del inmenso Johnny Ventura, donde hizo un profundo y acertado análisis explicando las transformaciones que en ese momento estaba ocurriendo en el  merengue tradicional y de las cuales él era uno de los protagonistas.  Con la sabiduría popular, Johnny realizó un análisis más sociológico que musical, certero, planteando el impacto de la apertura del país al mundo ante la eliminación de la dictadura trujillista y la llegada de las nuevas corrientes musicales norteamericanas, la dimensión del espíritu de libertad en la búsqueda de nuevas expresiones musicales por parte de la juventud dominicana y la ruptura con las vigencias del merengue tradicional.

La tercera ponencia fue sobre “Merengue y Educación”, del maestro, poeta Manuel Rueda, que por desgracia se nos ha extraviado y el tiempo no le permite a mi memoria reproducirla textualmente.

La cuarta ponencia fue “El Caldo de este Cultivo”, del poeta, ido a destiempo, Juan José Ayuso, la cual, sin dudas  fue una ponencia valiente, provocadora, sociológica, planteando que las transformaciones del merengue, que para algunos es una desnaturalización, es el resultado del desarrollo mismo de la sociedad, su modelo liberal socio-económico y no el resultado de la acción de los merengueros, donde las exigencias de la comercialización han convertido al merengue en una mercancía para el lucro, creando propuestas desnacionalizantes, sin importarle la identidad nacional y la dominicanidad, porque es parte de la lógica del capital y de la dominación imperialista de penetración cultural.

La última ponencia fue responsabilidad del sociólogo Dagoberto Tejeda Ortiz, el cual describió y analizó la experiencia y las investigaciones del grupo Convite a nivel nacional en sus planteamientos sobre el origen  y la evolución del merengue.

Este seminario fue el primer encuentro frontal sobre el proceso de transformación del merengue hace hoy 42 años y los planteamientos de los ponentes todavía están vigentes en la sociedad dominicana a pesar del merengue ser incluido por la UNESCO en el listado del patrimonio oral e intangible de la humanidad.