El olfato como medio de comunicación

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Por Raquel Demorizi
 
 
Desde temprana edad conservamos recuerdos mediante el pequeño y poderoso sentido llamado olfato. El olfato es el sentido más desarrollado al nacer por lo que un bebe es capaz entre un grupo de personas de distinguir el olor de sus padres, de igual modo a un enfermo se le estimula el apetito al percibir el olor agradable de su alimento favorito.
Respirar el aroma salubre del mar, la hierba recién cortada, la tierra mojada, el olor a fruto maduro, a café colado, a ropa limpia, se acompaña de recuerdos concretos y vivos de la infancia y de   inolvidables encuentros. 
 
Los diminutos huecos de la nariz detectan lo mínimo.  Los olores, perfumes, fragancias, aromas como deseen llamarle, comúnmente están ligados a sensaciones, emociones, y experiencias diarias que inducen pasiones y sentimientos. 
 
Te invito a cerrar los ojos un instante y retroceder a la infancia y visualizar la casa materna. ¿Quién no se ha deleitado al percibir el olor de la leche hervida o el pan recién horneado? y ni hablar del aroma que trae vivencias a nuestros corazones cuando llegan las brisas navideñas o el cambio de estaciones, sin lugar a dudas el olfato permite disfrutar de algunas de las cosas invisibles y maravillosas de la vida. 
 
No solo evocamos a través de este canal gratos momentos y personas queridas, también revivimos momentos desagradables rodeados de escenas dolorosas como en el caso de que alguien haya sido violado jamás olvidara del olor de esa persona, o aquel olor a azucenas que nos queda al despedir un ser amado en el cementerio o funeraria, de similar manera el olfato actúa como detector de peligros pues avisa si la comida se quema, si algo esta descompuesto y percibe el humo de un fuego, una fuga de gas u otros elementos dañinos.
 

Este órgano interviene en la higiene personal por lo que hemos escuchado hombres y mujeres que han tenido aventuras comentar sobre este aspecto de su acompañante, inclusive hay quienes han roto relaciones por esa circunstancia. 

Escuché a alguien recordar con quien había bailado en su juventud decir: “Nunca olvido ese olor a limpio, a jabón de cuaba, de esa mujer”. 

Al escuchar esa persona entendí que para oler bien no hay que depender de un costoso perfume, basta con asearse para emitir una agradable fragancia.   Examina tu cuerpo por todos los rincones y descubre si estás en condiciones óptimas para abrir o cerrar puertas a una comunicación cercana, con libertad y seguridad.

Tuve una vivencia con mi suegra quien perdió el olfato y el gusto en un accidente y siempre estaba preocupada y angustiada preguntando si algo olía mal en ella o en la casa, o si la comida estaba dulce o salada.
 
Hay quienes tienen un cambio ligero en la percepción de los olores ignorando que quizás estén presentando pérdida del olfato. Los sentidos son de gran importancia nos relacionan con todo cuanto nos rodea y perderlo afecta nuestro desenvolvimiento. 
 

Actualmente el psicólogo aprovecha el poder de los aromas y es así que se ha introducido la aromaterapia como disciplina o terapia alternativa donde se usan aceites extraídos de plantas aromáticas que promueven el bienestar de la salud mental, física y espiritual.

Contrarresta el estrés, depresión, insomnio y ansiedad. Con la salvedad de que no todos los olores son sanos, hay olores nocivos como puede ser el humo de un anafe, el de los vehículos de motor, de un vertedero, de un cigarro o cigarrillo que pueden producir asma, y reacciones alérgicas pues lo que es bueno para unos no lo es para otros. 

Aunque la aromaterapia es excelente alternativa debemos tomar precauciones al aplicarla por lo que quien lo haga tiene que dominar la técnica apropiada según las dolencias, por lo que hay que ser cauto.

AUTORA:  Lic. Raquel Demorizi – Psicóloga

De acuerdo a información tomada de la página del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE,UU La capacidad para oler proviene de células sensoriales llamadas neuronas sensoriales olfativas las cuales se conectan con el cerebro, los olores son percibidos a través de las fosas nasales o a través del canal que conecta el techo de la garganta con la nariz  si el canal se bloquea los olores no llegan a las células sensoriales y no la estimulan como sucede por un resfriado donde se pierde parte del sabor de la comida así que olfato y gusto trabajan juntos. sin el olor de lo que comemos nada sabe igual.  

La pérdida del olfato tiene un nombre y se llama anosmia por lo que la finalidad de este artículo es hacer consciencia de que si usted nota que hay algo diferente en su sentido del olfato no es mala idea acudir al otorrinolaringólogo a fin de detectar un problema serio de salud. 

Hay varias causas o trastornos que pueden llegar a la pérdida del olfato que van desde problemas sencillos a una señal de enfermedades serias, como es una advertencia de que algo está mal acuda sin pérdida de tiempo a su médico, quien hará el examen físico correspondiente y verificará o descartará cualquier anomalía. 

 El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE, UU recomienda 

-proteger nuestro olfato cuidando la nariz del polvo y de agentes químicos irritantes, 

-limpiarla con regularidad 

-no introducir objetos sólidos dentro de ella

-ir al médico ante señales de sangrado, comezón frecuente o alergia

-evitar el humo del cigarrillo

-evitar vivir o trabajar en ambientes nocivos

-limpiar regularmente el entorno en el que uno se desenvuelve.

Finalmente, no espere llegar a sufrir depresión por no acudir a tiempo a investigar que está pasando con la pérdida de olfato, vivir sin el genera inseguridad en las relaciones sociales y aumenta el riesgo de sufrir accidentes.  

No tenga miedo posiblemente sea algo pasajero, pero preste atención porque todo a su debido tiempo tiene soluciones y para eso hay que dejarse llevar por las señales de alerta pues dice el refrán mejor es prevenir que remediar.